Redacción QUITO
La meta de Ecuador al 2025 es reducir la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) ocasionados por los sectores de energía, agricultura, industrias y residuos, en 9%; y en un 4 % en el sector de uso de suelo, cambio de su uso y silvicultura.
Pero las metas podrían elevarse a 20,9% y 20% respectivamente, con cooperación internacional, según lo planteado en la Contribución Nacional Determinada (NDC, por sus siglas en inglés), documento elaborado para el período 2020-2025 y que es requerido por las Naciones Unidas a todos los países miembros. En Ecuador, tras dos años de trabajo y construcción, ha sido socializado con diferentes sectores públicos y privados. Oficialmente, el documento será presentado el 12 de junio próximo.
Para la reducción de los GEI se plantea impulsar la energía renovable, fortalecer el cambio de conducta en el consumo de energía, fomentar e implementar la movilidad sostenible; promover el desarrollo pecuario sostenible; mejorar, con adiciones, la producción de cemento.
También propone promover la captura de metano en los rellenos sanitarios; fortalecer el manejo forestal sostenible, la restauración del patrimonio natural, el control forestal y el Sistema Nacional de Áreas Protegidas así como incrementar el manejo de las plantaciones forestales comerciales sostenibles.
Síntomas en Ecuador
El subsecretario de Cambio Climático del Ministerio del Ambiente (s), Andrés Mogro, habló de los efectos del cambio climático que ya vive Ecuador, como el retroceso del 40% de los glaciares en el último medio siglo y la proyección de una pérdida 20% adicional en los próximos 20 años, situación preocupante que afecta no solo al paisaje, sino también a la provisión de agua para el sector agrícola, afectando la producción de alimentos y el incremento de precios; y para las ciudades.
Mencionó que entre 1960 y 2010 Ecuador ha registrado un incremento de temperatura que ha causado en Galápagos, por ejemplo, un incremento de 1 a 1.4ºC; y en 2015, de acuerdo a reportes del Inocar, en 2015 la temperatura superficial del mar se modificó entre 4,3ºC y 2,5ºC.
Además indicó que el cambio de patrones en la precipitación de lluvias ha desorientado a los agricultores en cuanto al tiempo de siembra y cosecha.
La falta de lluvias en unos sectores está llevando a la desertificación, y el exceso en otros, provocando inundaciones, temperaturas extremas y el incremento de enfermedades y epidemias, debido a la ampliación en la distribución de transmisores de enfermedades (dengue, chikungunya, cólera…) que se están adaptando a nuevos pisos altitudinales.
Para enfrentar esto y otras amenazas se construyó la NDC, que fue ya presentada a las Naciones Unidas en marzo pasado, y Ecuador se ha comprometido a presentar reportes de avances cada dos años. Lo mismo deben hacer el resto de países. (CM)