Cuatro días durará la reparación de la torre atentada con explosivos en Esmeraldas

Redacción ESMERALDAS

La charla técnica al equipo de trabajo que hará el cambio de la torre 327 de Sistema Nacional de Interconectado, duró un poco más de 25 minutos. Dos ingenieros eran los encargados de impartir las directríces del cambio de estructura que se aspira a culminar el domingo 8 de abril.

La idea es colocar dos bases laterales que harán de soporte, mientras se hace la maniobra. Junto al recurso humano de Celec estaban ocho rollos de cable, varios templadores y herramientas que permitarán penetrar la torre que luce retorcida y cortada por el explosivo a 1.40 metros desde la base de cemento enterrada a tres metros sobre el cerro cercano al río Viche, cantón Quinindé.

De acuerdo con uno de los militares asignados a dar seguridad al equipo de trabajo, tras la detonación del explosivo amarrados en los cuatro extremos de la estructura metálica, la onda expansiva habría provocado que el soporte vaya hacia arriba, pero por la resistencia de los cables que conducen 138 kilovatios, impidieron el colapso, pero la dejó en riesgo de caída.

Desde el lugar del atentado terrorista se divisan tres torres similares, instaladas en medio de una de las zonas donde la mano destructora del hombre no interviene. Oficialmente no se ha dicho si para realizar todas las maniobras se hará algún tipo de desconexión del sistema y cuál será el plan de contingencia.

De la detonación se sospecha de la delincuencia organizada internacional.

Por ahora están bajo detención tres ecuatorianos y un colombiano, a quienes la Fiscalía los acusará de terrorismo, según lo adelantó ayer el ministro del Interior, César Navas en su visita a Esmeraldas, provincia que desde el 27 de enero ha sufrido atentados y enfrentamientos armados entre miliares y grupos armados.

El blanco de los atentados han sido destacamentos y retenes de las fuerzas del orden acantonados en fronterizo cantón San Lorenzo. Sin embrago, el más reciente bombardeo ocurrió a más de 200 km de la línea de frontera; en la parroquia Viche, cantón Quinindé, donde además de ser el paso de decenas de torres eléctricas, están las tuberías del Oleoducto de Crudo Pesado (OCP), que no han sido dañadas. La empresa tiene 485 km de conductos desde Lago Agrio hasta Esmeraldas. (DLH)