PARIS
Más de 12 millones de alumnos menores de edad regresaron a las aulas el lunes en Francia, donde la decepción ciudadana hacia el sistema educativo aumenta mientras el gobierno hace hincapié sobre la igualdad de oportunidades.
Programas de lucha contra el fracaso escolar, prevención de la violencia en el colegio y planes para dar a cada alumno la oportunidad que merece se han convertido en el lema del gobierno, consciente de las deficiencias del sistema y de las consecuencias que podrían acarrear, a ocho meses de las elecciones presidenciales.
«Espero que este año educativo sea tan exitoso y lindo como el anterior, porque hay 1,3 millones de personas empeñándonos con mucho amor en el triunfo escolar de los alumnos y porque tenemos grandes medios en la escuela primaria y la secundaria», declaró el ministro de Educación, Gilles de Robien.
Pero las buenas palabras pronunciadas por el responsable no calmaron a los sindicatos del gremio, que recuerdan que en el presupuesto de 2007 se suprimen 8.500 puestos de trabajo en educación y por ello previeron una huelga el 28 de septiembre.
Al mismo tiempo, la vuelta al colegio coincide con la movilización ciudadana para proteger a los hijos de inmigrantes ilegales, que van a la escuela en Francia, pero que corren el riesgo de ser expulsados del país con sus familias, según las órdenes formuladas por el ministerio de Interior.
Un sondeo publicado el lunes en el diario Le Parisien mostró que un 35% de los franceses considera que la calidad de la enseñanza en el país se degrada y un 36% estima que no evoluciona.
AFP