Redacción QUITO
El escenario se complica para Pablo Romero, secretario nacional de Inteligencia entre 2012 y 2014. El caso Balda y el manejo de gastos especiales son la razón.
La Contraloría, de entrada, acaba de ratificar lo que la desaparecida Revista Vanguardia denunció en 2012. De la cuenta del Banco del Pacífico que mantenía la Dirección General de Inteligencia de la Policía se giraron los cheques 000559 y 000560 por USD 10.000 y USD 11.280, respectivamente. Dichos valores fueron entregados al agente Raúl Chicaiza para la operación de secuestro del opositor Fernando Balda, hecho ocurrido en Bogotá.
Esto ocurre como respuesta al pedido que el fiscal Paúl Pérez formuló al contralor Pablo Celi, en oficios del 8 y 12 de junio, dentro de la indagación en torno a la denuncia de Balda.
El Contralor sostiene, además, que dentro de la rendición de cuentas a los gastos de la Secretaría Nacional de Inteligencia, en el período entre el 1 de junio de 2012 y el 31 de agosto de 2012, consta una copia de un documento inscrito como Anexo 2 de la cual se desprende una operación denominada Secuestro.
A la par se indica que “no consta que se haya rendido cuentas por parte del Secretario Nacional de Inteligencia y, en consecuencia, se haya juzgado operación alguna denominada Wilson.
Responsabilidad penal sobre Senain
La Contraloría también dirigió una petición al actual Fiscal General para que reactive la indagación en torno al informe con indicios de responsabilidad penal que el ente de control remitió sobre el manejo de gastos especiales de la Senain, en el período 1 de junio-31 de agosto de 2013.
Esta comunicación fue extendida el 26 de septiembre de 2014 al entonces fiscal general Galo Chiriboga. La indagación previa que está en el ‘congelador’ es la 065-2014. (IFP)