Compañía virtual

El amigo o amiga virtual, la última moda en Internet.
El amigo o amiga virtual, la última moda en Internet.

Si creían haberlo visto todo, esperen a leer esto. Bajo el lema ‘Vive en tu pantalla’, en Estados Unidos de América se ha puesto de moda entre los internautas la llamada “compañía virtual”. Chicos y chicas generadas virtualmente que se instalan en el ordenador del usuario y le hacen compañía. Las virtuagirls o virtuaboys saludan al usuario por la mañana, le recuerdan sus citas, bailan, algunos hasta se desnudan y otros hablan. Los hay de distintos grados y tipos, desde “amigos” que dan conversación al usuario gracias a una pequeña inteligencia artificial.

La mayoría de estos servicios son de pago pero todos disponen de una descarga gratuita para probar el producto. Este pequeño anzuelo ha hecho que muchos estadounidenses probaran la “compañía virtual” y, contentos con el servicio, solicitaran el abono que suele costar unos 30 dólares al mes. En Europa y en los países de América Latina la tradición de comprar por Internet está muy poco desarrollada, pero este tipo de páginas empiezan a tener gran popularidad.

¿Un paso hacia el aislamiento?
La principal pregunta que plantean los psicólogos y sociólogos es: ¿Nos encontramos ante un avance tecnológico, o es un paso atrás, socialmente hablando?.

Numerosos especialistas suscriben la teoría que este tipo de producto provoca que el usuario se encierre en su ordenador y sus relaciones sociales decaigan hasta el punto que sustituya la compañía del chico/a del ordenador por el de una persona real.

De hecho, en un estudio de el doctor Robert Kraut, del University Carnegie Mellon Kraut, llamado Internet Paradox (la paradoja de Internet) se llegó a la conclusión de que Internet contribuía a reducir el círculo social y afectaba al bienestar psicológico, desplazando la actividad social y reemplazando los lazos de unión fuertes por otros más débiles. Las amistades creadas en la red, ya sea con personajes reales o virtuales, parecen ser más limitadas que las respaldadas por una proximidad física.

En los últimos años, la evidencia sobre consecuencias negativas relacionadas con el uso de Internet ha llevado a varios autores como a proponer la existencia de un desorden de adicción a Internet similar a los problemas que aparecen con otras conductas adictivas.

Esto se agudiza especialmente en lo que se refiere al sexo. Aunque los usuarios de estos productos son tanto hombres como mujeres y de todas las edades, el porcentaje más amplio de abonados suelen ser hombres, lo que provoca que muchos de estas compañías virtuales tengan un fuerte componente erótico.

Cada vez más páginas
Existen centenares de animaciones disponibles para los socios que se suscriben. La instalación es rápida y sencilla, en un abrir y cerrar de ojos, el chico o la chica escogidos aparecerá en la esquina del escritorio del usuario. Cada chico o chica tiene diferentes animaciones para escoger.

El usuario decide cuándo aparece la animación: puede escoger que aparezca en intervalos de 10 minutos, por ejemplo, puede programarlo como alarma a una hora o simplemente puede ordenar que aparezca la animación cuando le apetezca. Además, las animaciones van acompañadas de unos vídeos en los que se puede observar al chico o a la chica en su día a día. Nos enseña su casa, en qué trabaja, sus gustos y hobbies.

Este tipo de páginas web también ofrecen fotografías de los modelos virtuales y otros extras como salvapantallas, fondos de escritorio o postales. Cada semana se añaden a las páginas nuevos chicos y chicas virtuales para descargar.

El precio
Probar el producto durante tres días es de 2,95 euros, mientras que el abono completo cuesta 24,95 euros al mes. Este producto ha tenido un gran éxito en EE.UU., donde la compra por Internet está mucho más extendida que en Europa y América Latina.

Según parece, el miedo de dar el número de la tarjeta de crédito por Internet es el principal motivo por el que los usuarios europeos y latinoamericanos no han acabado de engancharse al producto.

Las páginas dedicadas a este negocio, por su parte, ya han encontrado la solución. Con sólo dar el nombre y la dirección, al usuario se le facilita el programa contra reembolso, en formato CD. Lo dicho, la compañía virtual se afianza y pronto calará en muchos hogares de nuestro entorno.

EFE

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