Combate a la pobreza debe ir acompañado de crecimiento económico

Madrid

Los programas sociales que permitan paliar la pobreza en Latinoamérica deben ir acompañados del crecimiento constante y sostenido de los indicadores macroeconómicos, según coincidieron hoy los participantes en el I Foro Iberoamericano de Desarrollo Social.

«El éxito para superar la pobreza tiene que ver menos con la especificidad de cada programa y más con discusiones macroeconómicas», destacó hoy la ministra de Planificación y Cooperación de Chile, Clarisa Hardy Raskovan.

La ministra chilena participa junto a colegas y responsables del área social de Iberoamérica en el citado foro, convocado por la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB) en Madrid.

Clarisa Hardy recordó como en los años 90 la reforma laboral puesta en marcha en su país y la universalización de las políticas sociales, junto con tasas estables y sostenidas de crecimiento, permitieron «dar un salto cualitativo».

Ahora, el reto, dijo la ministra, es la gestión de los sistemas de protección social.

Según un estudio, divulgado en marzo pasado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), cuatro de cada diez personas de la región viven en situación de pobreza.

Ante este panorama, la ministra chilena destacó la necesidad de «intercambiar experiencias» entre los países de la región.

Varios de los ministros que intervinieron hoy en el foro expusieron algunos de los programas sociales desarrollados para paliar la pobreza en la zona.

Fue el caso de la viceministra de Trabajo y Previsión Social de El Salvador, Carmen Elisa Sosa, y de la ministra de Desarrollo Social de Uruguay, Marina Arismendi.

Arismendi detalló el Plan de Emergencia que se aplica en su país, donde «uno de cada tres ciudadanos vive por debajo de la línea de la pobreza y 100.000 están en la indigencia».

El programa, que concluirá en la primavera de 2007, tiene como objetivo que «todos los ciudadanos puedan ejercer sus derechos», destacó la ministra.

El plan cuenta con una transferencia monetaria, con la que el protagonista (la persona beneficiaria) asume el compromiso de integrarse en el sistema educativo y sanitario, además de recibir capacitación y ocupar un puesto de trabajo.

Ante estas experiencias, Honduras, que diseña nuevas estrategias para el combate de la pobreza, pidió solidaridad y apoyo para la aplicación «con éxito» de este tipo de iniciativas.

Un apoyo que puede ser canalizado por la Secretaría General Iberoamericana, según explicó a EFE Miguel Hakim, responsable de cooperación de ese organismo.

«La SEGIB puede coordinar los esfuerzos para que los países que necesitan cooperación en relación a los programas de combate a la pobreza puedan obtener esa asistencia técnica», indicó Kakim.

Hakim reiteró la necesidad de «programas específicos para distintos sectores y distintos niveles de ingresos», pero acompañados de la «creación del empleo y de índices macroeconómicos».

A la cita, que hoy concluye, asisten responsables de política social de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Perú, Paraguay, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.

También participan representantes de organizaciones internacionales como el Banco Mundial (BM), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la CEPAL y la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

EFE