El sistema de ingreso a las universidades es uno de los puntos que se toman en cuenta en la reforma educativa.
Todavía no se define una fecha para que empiecen a aplicarse los cambios en el sistema de admisión para el ingreso a las universidades e institutos públicos.
El tema está en manos del presidente, Lenín Moreno, pues él debe dar su visto bueno a las reformas a la Ley de Educación Superior que fueron aprobadas por la Asamblea a mediados de mayo pasado. Además, tendrá que aprobarse un reglamento.
¿En qué consisten? Básicamente en que para acceder a cupos en el sistema de educación superior público ya no solo se tomará en cuenta la evaluación de las capacidades y competencias del postulante, a través del Ser Bachiller, que rige desde 2012.
La reforma legal apunta a que los antecedentes académicos, la condición socioeconómica de los postulantes y otros aspectos de lo que las autoridades llaman una ‘política de acción afirmativa’ también sean considerados.
Asimismo, quienes obtengan los mejores puntajes accederán a la carrera de su elección, en función de la oferta disponible en todos los establecimientos de educación superior públicos. Y para quienes no tengan un cupo, la nivelación está en manos de estas instituciones.
Proceso en marcha
Augusto Barrera, titular de la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt), reiteró que para el proceso vigente de ingreso a la universidad en el régimen Sierra no se aplicarán las modificaciones.
De hecho, los jóvenes bachilleres (graduados en años anteriores) que culminaron la etapa de inscripción para rendir el examen Ser Bachiller tenían el plazo hasta el 2 de junio para seleccionar, de manera libre y voluntaria, la sede, la fecha y la hora para rendir su evaluación.
La elección de sede, que fue implementado en el periodo anterior, forma parte de los mecanismos de mejora e innovación implementados por la Senescyt para optimizar el proceso de acceso a la educación superior.
Etapas
Del 13 de junio al primero de julio, los aspirantes deberán ingresar nuevamente a su cuenta Ser Bachiller e imprimir el comprobante de selección de sede, documento indispensable que incluirá la clave y el usuario necesarios para rendir la evaluación, ya que detallará la fecha, el lugar y la hora en la que la persona rendirá el examen.
Ese día, los estudiantes deben llevar obligatoriamente su documento de identidad (cédula, carné de refugiado o pasaporte). No estará permitido el uso de calculadora, celular, iPad, Tablet, ni de ningún tipo de equipo tecnológico; sin embargo, sí podrán llevar hojas en blanco, lápiz, borrador y sacapuntas. (RVD)
Antecedentes
° En total, 281.230 personas se inscribieron para rendir el examen Ser Bachiller, de las cuales 117.736 corresponden a estudiantes que están cursando el tercer año de bachillerato y 163.494 son bachilleres graduados en años anteriores.
La reforma
Algunos puntos relevantes
° Se elimina el mecanismo de categorización de las universidades.
° El examen único de admisión, los antecedentes académicos y la condición socioeconómica se tomarán en cuenta para garantizar el acceso de los jóvenes a la educación superior.
° Los programas de nivelación estarán a cargo de la Senescyt y de las instituciones de educación superior.
° Los recursos del Estado se entregarán únicamente a través de un Fondo Permanente de Desarrollo.
° Al menos el 25% del total de los recursos públicos asignados a instituciones de cuarto nivel deberán destinarse a becas.
° Las universidades y escuelas politécnicas asignarán al menos el 6% de sus presupuestos para becas a profesores.
° Las instituciones de educación superior adjudicarán directamente las becas, a por lo menos el 10% de los estudiantes regulares de cada universidad.
° Los maestros a tiempo completo de las instituciones de educación superior tendrán un plazo de 5 años para titularse con el título de PhD.
° Los rectores de las instituciones de educación superior se incorporan como delegados al Consejo de Educación Superior (CES) con voz y sin voto.
° En un proceso de intervención, el CES podrá suspender las funciones de las máximas autoridades de las universidades.