Autopsias revelan que el coronavirus empezó a esparcirse en enero en EE.UU.

(Foto: EFE)
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Washington, Estados Unidos | AFP.-

Dos personas que murieron en California a principios y mediados de febrero fallecieron debido al coronavirus, según revelaron sus autopsias, semanas antes de que se informara del primer deceso por covid-19 en Estados Unidos.
Las muertes, ocurridas el 6 y 17 de febrero, retrasan la línea de tiempo del ingreso del virus a territorio estadounidense, señalan expertos.
Dado lo que se sabe sobre el tiempo del virus para causar la muerte, la covid-19 empezó a esparcirse en Estados Unidos en algún momento entre principios y mediados de enero.
Y el hecho de que funcionarios de la salud decidieran practicar autopsias en casos seleccionados, significa también que la cifra de muertos en Estados Unidos, 45.000 registrados hasta el momento, esté muy por debajo del número real.
«Los modelos de propagación epidémica en Estados Unidos tendrán que ajustarse con una fecha de inicio anterior», dijo a la AFP Jay Bhattacharya, profesor de medicina de la Universidad de Stanford.
«Esto debería significar a su vez que los modelos podrán predecir un mayor número de casos en Estados Unidos de lo que predicen actualmente. Resta por ver cuánto impactará esto en los pronósticos de la epidemia», agregó.
Antes de estas autopsias, se creía que la muerte más temprana atribuida al coronavirus era del 26 de febrero en el estado de Washington: un hombre de 30 años que había regresado de la ciudad china de Wuhan, donde surgió el brote, y quien se reportó ante las autoridades tras sufrir síntomas.
Sara Cody, la funcionaria de salud pública del condado californiano de Santa Clara, donde se realizaron las nuevas autopsias, dijo al diario The Washington Post que aún no se sabe cómo se infectaron las dos personas examinadas, y tampoco si habían viajado al extranjero.
Esto refuerza la idea de que el virus ya estaba circulando en la comunidad cuando los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC)
afirmaban continuamente al público que la amenaza que representaba el coronavirus era «baja».