Mayte: “lo mío son las pasarelas”

Reinado. Aparte de modelar a la perfección, también cocina
Reinado. Aparte de modelar a la perfección, también cocina

Ibarra. La Hora

Ya les hemos llevado hasta sus ojos a las tres primeras candidatas al reinado de Ibarra y el turno para la cuarta joven llegó. Se trata de Mayte Fernández, que nació un 9 de febrero de 1988, en la ciudad de Ibarra.

Aunque es la primera vez que participa en un concurso de belleza sabe que su mundo son las pasarelas. “Estar de candidata a reina de algo es muy distinto al modelaje y lo mío son las pasarelas, pero como experiencia es fenomenal para cualquiera”, dijo.

Mayte tiene la suerte de tener una familia muy unida y sobretodo, una hermana que prácticamente se convirtió en su confidente. “Ella es mi todo, porque aparte de ser mi hermana es mi mejor amiga. Si algún día me muero y quieren preguntarle sobre mí a alguien ella es la mejor portavoz de mis ideas”.

La joven es modelo profesional y se graduó en CN Modelos, la famosa academia de Cecilia Nieves, en donde de 180 modelos sólo 10 recibieron una placa y Mayte fue una de las afortunas. Justamente ese es el momento que recuerda como el más feliz de su vida, cuando terminó esa etapa, porque era el inicio de una carrera que le ha traído buenos resultados.

Pero aparte de ser una joven hermosa, dueña de un cuerpo delgado, pero bien formado, Mayte cocina como una chef. “Cuando estoy aburrida me meto a la cocina y busco los ingredientes necesarios para hacer algo rico y quitarme el estrés”. Lo que mejor le sale es la lasaña, pero los postres no le piden favor a las delicias que vemos por televisión.

Por ahora su pensamiento está puesto en el reinado de Ibarra, aunque cuando esto termine irá directo a la Universidad Tecnológica Equinoccial para seguir Relaciones Públicas. “Si gano mis planes cambiarán, porque me quedaría y con mucho gusto un año más en Ibarra para dedicarle todo el tiempo al reinado de Ibarra”.

Para la joven, esta experiencia es lo máximo, pues antes de entrar al grupo de aspirantes al reinado pensaba que se iba a encontrar con un grupo de chicas llenas de prejuicios. Sin embargo, ocurrió todo lo contrario, porque hoy tiene más amigas, aunque reconoce que le es meas fácil entablar amistad con los varones. “No sé por qué ocurre eso. Tengo muy buenas amigas, pero con los hombres puedo tener meas confianza. Ellos son buenos para aconsejar y como que se les siente más sinceros”.

Así es Mayte Fernández, una joven dulce, que nunca come brócoli, camote o mellocos, pero que disfruta al máximo cuando se encuentra con camarones, chuletas o papas fritas en la mesa, pues como ella dice “soy bien carnívora”. Además, cuando tiene un tiempo libre lee y se impresiona con los buenos relatos como el que encontró en “Ensayo sobre la ceguera”, libro que la impactó por su contenido realista.

La vida de Mayte ahora es otra. Sin embargo, como se puede ver en las fotografías ama las cámaras y las cámaras se entienden muy bien con ella.

Cosas que le asustan

Las arañas

Les tengo fobia porque tienen esa apariencia horrible que da repugnancia y miedo a la vez. No es que si veo alguna me caiga desmayada, pero me dan escalofrío solo de imaginarlas.

Cuando era pequeña mi hermana me encerró en la caja del árbol de navidad y desde ese momento le tomé temor a quedarme en lugares encerrada. Son claustrofóbica. Aunque mi hermana me dice que no fue por su culpa yo se que eso tuvo mucho que ver en mi miedo.

Cosas que le molestan

La mentira
Odio la mentira y a los mentirosos. Dicen que es mejor una mentira que te haga feliz que una verdad que te ponga triste, pero yo opino lo contrario. Creo que mejor es decir y saber la verdad. No me gusta enterarme que me han mentido.

La hipocresía
Creo que eso es lo peor en las personas, porque son quienes no pueden ser directos y prefieren escudarse hablando por detrás. Siempre es mejor que se digan las cosas de frente, aunque a veces eso cree problemas.

Los “chascos” de la vida

Vestido abajo
Cuando me gradué de modelo tenía un vestido que me tapaba el busto. Sin embargo, de la emoción que sentí ese rato no sé a qué horas el vestido se me bajó y las chichas quedaron aun poco al descubierto, claro que estaban tapadas, pero de todas formas sentí mucha vergüenza.

Condón disfrazado de bomba
Estaba en casa de mis primos y era súper chiquita y encontré lo que pensé era una bomba en el cuarto de uno de mis primos. Nunca había visto inflarse una bomba tanto, pero después cuando crecí entendí que lo que inflé ese día no era lo que imaginaba, sino un condón.