El ferrocarril en Latacunga

Miguel Angel Rengifo Robayo

La fecha del 25 de junio de 1.907 refiere a la llegada del primer ferrocarril a la ciudad de Latacunga, este acontecimiento lo registra el fotógrafo Eliécer León Granja; en este viaje arribó el Gral. Eloy Alfaro Delgado, quien fue recibido apoteósicamente por el pueblo latacungueño y por el Coronel. Timoléon Pasquel, Gobernador de la provincia de León. Entre las anécdotas de ese día, la transmisión oral cuenta que, muchos de los asistentes se desmayaron por causa del temor que les ocasionó ver la grandeza de la máquina, el vapor que se desprendía de esta y escuchar los estridentes sonidos del pito, ya que relacionaron al ferrocarril con algo demoníaco, además las acémilas se desbocaron; este apunte incesante lo confió Marco Karolys Baca, de quien aprendí algunas inquietudes del liberalismo en relación con nuestra ciudad. Otro decir que prevalece en torno al ferrocarril vierte sobre la inauguración del monumento al filántropo Vicente León y Arguelles, que una vez terminado el monumento, es enviado a Guayaquil, después de muchas dificultades, desde el puerto de Génova, en dos partes, en julio y diciembre de 1924.

Estas partes llegan a Latacunga en febrero de 1925, y su armazón y levantamiento corre a cargo del señor Francisco Durini, gerente del contratista; el 10 de agosto de 1925, el doctor Marco Tulio Varea Quevedo, rector del colegio y presidente de la Junta de la Estatua, entregó a la ciudad el monumento, que en su totalidad había costado la suma de 90.000 sucres; Carlos Mayer, su constructor, se quedó a vivir en Roma y trabajó en obras escultóricas muy admiradas, como el monumento a Guayas y Quil, erigido en Guayaquil (1926); el monumento a Pedro Vicente Maldonado, en Riobamba (1927); el monumento a Eloy Alfaro, en Huigra (1929).

La consulta más evidente de cómo fueron trasladadas las estructuras para ensamblarlas en pleno centro urbano donde ya se había preparado el espacio en la plaza mayor con un parque que fue inaugurado el 10 agosto de 1925, dio como respuesta el ingenio de colocar rieles desde el actual sector de la estación del ferrocarril hasta el lugar, puesto que únicamente así fue ejecutada la obra monumental, recordación y anécdota esta semana se ha cumplido un año mas de este evento que al parecer no trasciende más que en la anécdota.