¿Quienes fueron los mañosos?

FAUSTO MERINO MANCHENO

¿Cuál fue el malévolo funcionario que olímpicamente trasladó 300 millones de dólares recaudados por el fondo de la Ley de Solidaridad (creada para aliviar las penurias de los damnificados del terremoto del 16 de abril de 2016) y los puso dizque “transitoriamente” en la cuenta del Ministerio de Finanzas para gastarlos en fines ajenos para los que fue creado? Este desvío, en cualquier otro sitio que no se llame Ecuador, sería motivo de enjuiciamiento y destitución.

En efecto, las contribuciones que abonaron la inmensa mayoría del pueblo ecuatoriano para soportar este fondo, eran destinados a “los recursos netos obtenidos de las contribuciones creadas en esta Ley de Solidaridad, se registrarán en la cuenta específica del presupuesto general del Estado, para la construcción, reconstrucción y reactivación productiva de las zonas afectadas por el terremoto del 16 de abril de 2016” (3ra disposición general de la Ley de Solidaridad aprobada por la Asamblea Nacional, publicada en el Registro Oficial del 20 de mayo de 2016).

Como han manifestado las autoridades financieras sin mucho énfasis y con cifras discordantes, los recursos que produjo esta Ley superan los 1.200 millones de dólares. Resulta que el 25% de esta cifra se gastó en otras cosas diferentes para las que fue creada. Razón que a diario salen damnificados en muchos sitios del país que siguen durmiendo bajo toldos, carpas maltrechas y casuchas de paja o de cartón, esperando que se acomidan en brindarles la ayuda que con urgencia necesitan.

Acá en la isla, Muisne, a regañadientes hicieron un estrecho puente por el que los viandantes con harto peligro cruzamos de un lado al otro, porque a alguien se le ocurrió disminuir en un metro la anchura planificada. ¿Quién dio esa absurda orden? Se debiera enjuiciarlo por estúpido e irresponsable. Por lo demás, ninguna casa de la isla que requirió reparación fue atendida. El atolondrado expresidente pretendió que la isla quede abandonada, advirtiendo agoreramente que iba a ser borrada por un tsunami.

El principal colegio y la mejor escuela fiscal de este lugar, provistas de amplios espacios de esparcimiento, fueron obligadas a trasladarse al continente donde se desenvuelven en estrechas aulas prefabricadas. Hay harto que rectificar.

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