Expandilleros viven un martirio en El Salvador

Familiares de detenidos y activistas exigen que se cumplan los derechos de los detenidos por orden del gobierno.
Familiares de detenidos y activistas exigen que se cumplan los derechos de los detenidos por orden del gobierno.

Muchos exintegrantes de pandillas no pisan la calle desde que el Gobierno iniciara un proceso de detenciones masivas. Los delatan sus tatuajes de identificación.

Redacción SAN SALVADOR

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, exhibe con orgullo la cifra de más de 20 mil supuestos pandilleros detenidos desde que hace aproximadamente dos meses se estableció un estado de excepción en el país para combatir la violencia.

Y a pesar de que las encuestas revelan que la mayoría de los salvadoreños aprueba el accionar de las autoridades, también existen voces que denuncian la existencia de excesos, entre ellos detenciones indiscriminadas; esto mientras policías denuncian que sus jefes los obligan a cumplir cuotas de detención.

Entre quienes más problemas tienen están aquellos que habiendo pertenecido a pandillas, actualmente no delinquen, pero conservan en su cuerpo los tatuajes de identificación que hace a que se los asocie con facilidad a las llamadas ‘maras’ (pandillas).

Condenados a las sombras

Uno de ellos es ‘Smiley’, quien asegura ser un expandillero, pero se oculta de la policía y del ejército porque lleva tatuadas las iniciales de la Mara Salvatrucha (MS13), una de las bandas del país.

‘Smiley’ le aseguró a la cadena BBC que dejó de ser un miembro activo de la MS13 hace 11 años, cuando fue deportado desde Los Ángeles, lugar de origen de la pandilla, aunque los tatuajes delictivos sigan sobre su piel.

Hasta hace tres semanas vendía paletas heladas en la calle, pero ahora ya no sale a trabajar. «Estoy encerrado, no sé ni cómo hacer a veces. Yo no tengo por qué andar así, si yo no debo nada», dice afligido.

Algo incluso peor es lo ocurrido con Genaro Godoy Monterrosa, conocido como ‘Satán’, quien no tuvo ni tiempo para esconderse. El 8 de abril el vuelo chárter en el que viajaba deportado desde Estados Unidos, llegó alrededor de las 11:00 a El Salvador desde el estado de Luisiana.

Su mamá iba camino del aeropuerto, cuando Godoy le escribió desde un celular desconocido y le dijo que no fuera a recogerlo. Le explicó que se encontraba montado en un bus camino a la Dirección de Atención al Migrante, conocida como ‘La Chacra’.

Hoy, su familia no sabe de él. Se quejan de que fue detenido en EE.UU. por migración ilegal y que esto se transformó en delincuencia con solo pisar suelo salvadoreño. (DLH)