Los números del Presidente de Colombia empeoran. Además, hoy confirmó la renuncia de su jefa de Gabinete y del Embajador en Caracas.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, sufre una nueva caída en la medición de la aprobación de su gestión.
Según los datos de la encuesta de Invamer, ejecutada entre el 26 y 29 de mayo de 2023, reveló una caída de 16,4% en la aprobación en comparación con la cifra de noviembre de 2022, según informó Noticias Caracol.
Los colombianos consultados respondieron a la pregunta: ¿Usted aprueba o desaprueba la forma como Gustavo Petro se está desempeñando en su labor como presidente de Colombia? Invamer informó que el 59,4% contestó que la desaprobaba. En noviembre del año pasado, recordó el medio colombiano, la cifra de aprobación fue 50% y la desaprobación fue del 43%.
Dos renuncias dolorosas para Petro
Petro confirmó este viernes la renuncia a sus cargos de la jefa de Gabinete, Laura Sarabia, y el embajador colombiano en Venezuela, Armando Benedetti, ambos involucrados en un caso de intercepciones telefónicas ilegales a Marelbys Meza, niñera del hijo de la funcionaria.
Durante un acto con agentes de Policía, el presidente Petro ha confirmado que su «querida y estimada» Sarabia y el embajador en Caracas «se retiran del Gobierno» para garantizar la independencia en la investigación abierta contra ellos, según recoge la emisora colombiana RCN Radio.
El pasado mes de febrero, Sarabia denunció ser víctima de un robo en su casa en el que le habrían sido sustraídos unos 6.500 dólares. La jefa de Gabinete habría entonces hecho uso de agentes de las fuerzas de seguridad para trasladar a Meza hasta una sala de un edificio inscrito a la Presidencia.
Según ha denunciado esta semana la propia niñera, los agentes de seguridad la sometieron a una prueba del polígrafo para descubrir si era responsable del supuesto robo de 150 millones de pesos colombianos (unos 31.000 dólares), una cifra casi cinco veces superior a la denunciada por Sarabia.
Así las cosas, la situación se ha agravado aún más después de que se dieran a conocer una serie de conversaciones escritas entre Petro y el embajador Benedetti en las que ambos acordaban mantener silencio sobre lo ocurrido. El caso, ha derivado así en posibles escuchas ilegales y secretismo por parte del Gobierno. (DLH/Europa Press)
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