Gustavo Petro aplicará en Colombia una receta ya conocida en Ecuador

ACTO. La investidura de Gustavo Petro, el 7 de agosto de 2022, será una fiesta.
ACTO. La investidura de Gustavo Petro, el 7 de agosto de 2022, será una fiesta.

El presidente electo de Colombia, Gustavo Petro, se posesionará el 7 de agosto. Sus propuestas son muy parecidas a las de la ‘revolución ciudadana’.

Gustavo Petro, el exguerrillero y de izquierda radical, será posesionado el domingo 7 de agosto de 2022 como nuevo presidente de Colombia. Su triunfo en las elecciones del vecino país del norte es inédita.

Para ese día se esperan unas seis tarimas, un corredor cultural, 100.000 personas, 70 actos culturales, 1.000 artistas en escena, pantallas gigantes en varios puntos de Bogotá. Es una celebración por todo lo alto.

Es la primera ocasión que la izquierda triunfa con una propuesta que en Ecuador ya se aplicó, redistribución de la riqueza, justicia para los más pobres, extremo cuidado al medio ambiente, introducción de los derechos humanos en la fuerza pública, cambio para las mujeres, sistema único de salud para todos, renovación de parte de la Justicia, renegociación de los tratados de comercio internacionales, redistribución de tierras, transición energética…  Promesas similares a la era del correísmo.

Los ingredientes

Gustavo Petro, luego de que el uribismo quedó muy golpeado en las urnas, tiene vía libre para implementar las políticas que están muy cercanas al Socialismo del Siglo XXI.

De hecho, el Grupo de Puebla, la agrupación de los seguidores de esa tendencia, integrado con personajes como Andrés Arauz, Rafael Correa, Lula da Silva, Alberto Fernández, Evo Morales, señaló que los colombianos vivirán bien, mejor y más sabroso. “El Gobierno de Gustavo Petro representa una buena noticia para la continuación de los esfuerzos de paz que fueron abandonados por el Gobierno del Presidente Iván Duque, la segura implementación de un modelo solidario de desarrollo como ha venido proponiendo el Grupo de Puebla”, señala un comunicado por el triunfo.

Rafael Correa, el expresidente prófugo de Ecuador, santificó el triunfo de Petro. Dijo: es un milagro. Petro es uno más de los líderes de la izquierda que llegan al poder, y que ya configuran un renovado bloque. Desde 2018, Venezuela, Colombia, Cuba, Perú, Chile, Argentina, México, Honduras, Bolivia, Nicaragua, tienen gobiernos de izquierda. Y esperan por lo que pase en Brasil, con Lula da Silva.

Alertas

Pero más allá del triunfalismo de la izquierda colombiana y regional, hay alertas que pueden preocupar al Ecuador. Igualmente son recetas que ya se aplicaron en el país con la llegada, en 2007, del correísmo.

Petro se ha comprometido a transformar las Fuerzas Armadas colombianas, que son de las más poderosas del continente y que cuentan con altísima credibilidad. Con un presupuesto para defensa de 11.000 millones de dólares para este año. Y con más 200.000 uniformados en el Ejército.

La Policía, prometió Petro, dejará de estar en Defensa (pese a que es una fuerza civil), fortalecerá la justicia restaurativa, el servicio militar dejará de ser obligatorio, y tendrá un énfasis especial para castigar los abusos a los derechos humanos.

Quien será el encargado de ejecutar el plan es Iván Velázquez, el ministro de Defensa designado por Petro. Su pasado político, al ser antiuribista y su cuestionado paso por la Comisión contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), hace que exista desconfianza.

Para algunos analistas su presencia y el plan significa desmontar una de las Fuerzas Armadas. Así lo escribió Jacobo García, en el diario El País.

El coronel retirado John Marulanda, uno de los especialistas más valorados en temas de seguridad, también lanzó su advertencia en un artículo publicado en su blog dedicado a temas de seguridad. “El recientemente designado Ministro de Defensa, Iván Velásquez, es una muestra de lo que espera a la mayor empresa del país: Ejército, Fuerza Aérea, Armada y Policía Nacional. Las reacciones han sido emocionales frente al nombramiento de Velásquez, que nos cogió por sorpresa a todos, aunque como dicen, en el desayuno se sabe cómo va a ser el almuerzo”.

Las alertas también sirven para Ecuador, más aún cuando el cordón fronterizo norte se ha convertido en un codiciado paso de cocaína colombiana, de narcoguerrilleros y narcotraficantes por las tres provincias, Esmeraldas, Carchi y Sucumbíos. Incluso, según Inteligencia policial de Ecuador, hay campamentos binacionales de entrenamiento narcoguerrillero.

Esto también sucede cuando, desde Ecuador, se ha pedido mayor coordinación con Colombia para enfrentar el narcotráfico.

Petro y Velásquez todavía no se han referido al caso ecuatoriano. Sin embargo, sus declaraciones futuras serán absolutamente relevantes en el nuevo contexto del narcotráfico en la región. (JC)