Peronismo busca candidato presidencial en Argentina

POLÍTICA. La vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández. EFE
POLÍTICA. La vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández. EFE

La baja de Cristina Fernández obliga al movimiento a replantear su estrategia frente a las próximas elecciones.

Redacción BUENOS AIRES

El peronismo, que gobierna Argentina desde 2019, debe desde este 17 de mayo de 2023 ordenar su estrategia electoral después de que la vicepresidenta, Cristina Fernández, confirmara que no será candidata a las elecciones presidenciales del 22 de octubre, en medio del gran descontento social por la crisis económica.

La decisión de la también exmandataria (2007-2015) deja desamparados a sus seguidores, que le insistían que aceptara postularse para un tercer mandato, y a la coalición oficialista sin la confirmación de ningún candidato presidencial, a pocas semanas del límite para presentar a los precandidatos.

Fernández anunció por sorpresa este 16 de mayo que no será candidata a presidente a través de una larga carta, donde criticó a la oposición, a la Justicia y al acuerdo de Argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

El peronismo estaba armando un acto el 25 de mayo próximo en el centro de Buenos Aires como escenario del ‘operativo clamor’ para que Fernández se presentara como candidata a presidenta, y sus organizadores igualmente confirmaron que se realizará, pese a la carta de la vicepresidenta.

Estrategia

Lo que reconocen sus propios seguidores es que Cristina Fernández es el candidato del peronismo que más votos reúne, pero los actos de la vicepresidenta reflejan la dificultad de ganar las elecciones.

Cristina Fernández es la figura que lograría el voto del llamado núcleo duro del kirchnerismo -entre un 25% y 30% del electorado-, pero las encuestas muestran el «alto rechazo» que despierta en el resto de los votantes que le impediría ganar los comicios.

La exmandataria ya reconoció la dificultad de ganar encabezando una fórmula cuando eligió a Alberto Fernández como candidato a presidente en 2019 y se postuló ella como vicepresidenta.

La jugada electoral fue exitosa, pero en los últimos tiempos la tensión política ha sido evidente entre ambas cabezas del Ejecutivo, con la vicepresidenta lanzando grandes críticas a la política económica del Gobierno, como si ella no fuera parte del mismo.

En diciembre, Cristina Fernández fue condenada mes en primera instancia en una causa por corrupción.

El escenario

La economía argentina atraviesa graves desequilibrios macroeconómicos, con una inflación que corría al 108,8% anual en abril pasado y con una pobreza que era del 39,9% a fines de 2022, está fuertemente condicionada por la escasez de divisas, el cierre de los mercados de deuda internacionales y el déficit fiscal y se prevé una caída del 3% del PIB este año.

El presidente Alberto Fernández quedó en un estado de alta debilidad política, por la que también tuvo que desistir de buscar la reelección, aunque jugueteó con la idea.