La ONU adoptará tratado para proteger la altamar

El primer tratado para proteger la altamar sienta las bases para el establecimiento de zonas marinas protegidas. EFE

El acuerdo, vital para proteger los océanos de amenazas como la contaminación y la crisis climática, requiere la ratificación por parte de un mínimo de 60 Estados. 

NACIONES UNIDAS Los países de la ONU adoptarán oficialmente el 19 de junio de 2023 el primer tratado para proteger la altamar, un acuerdo internacional discutido durante años y que se cerró tras prolongadas negociaciones el pasado marzo.

En aquel momento, los Gobiernos de todo el mundo acordaron ya todos los detalles del pacto, pero su adopción quedó pospuesta a la espera de que expertos técnicos verificaran la uniformidad de los términos utilizados en él y de que el texto fuera traducido a los seis idiomas oficiales de Naciones Unidas.

Ese paso formal se dará el 19 de junio en una reunión en Nueva York y permitirá que en los próximos meses los países comiencen a firmar y ratificar el tratado, cuya entrada en vigor requiere la ratificación por parte de un mínimo de 60 Estados.

Los grupos ecologistas insisten desde hace años en que este tratado es vital para salvar los océanos, amenazados por la contaminación, la crisis climática y las nuevas tecnologías que abren la puerta a la minería en el fondo de los mares y a una pesca más intensiva.

La altamar -las aguas situadas a más 200 millas marinas de la costa y que son compartidas por todos los países– suponen dos tercios del total de los océanos y hasta ahora han estado gestionadas bajo una serie de acuerdos y organismos internacionales sin una jurisdicción clara, sin demasiada coordinación y con unas normas inadecuadas para su protección.

El nuevo tratado se establecerá en el marco de la ya existente Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar y busca «asegurar la conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica marina de las zonas situadas fuera de la jurisdicción nacional».

Entre otras cosas, el texto sienta las bases para el establecimiento de zonas marinas protegidas, lo que debe facilitar que se cumpla la promesa internacional de salvaguardar al menos el 30 % de los océanos para el año 2030. EFE