Argentina hace una devaluación del peso en un 50%

Personaje. El presidente electo de Argentina, Javier MIlei.
El presidente de Argentina, Javier MIlei. (EFE)

El Gobierno de Argentina adopto una medida radical. devaluó el peso en un 50%. Y hay más medidas. Conozca lo que decidió Javier Milei. 

El nuevo Gobierno de Argentina anunció este martes varias medidas económicas, tal como lo había anticipado el presidente Javier Milei.

El más comentado es que el tipo de cambio oficial pasará de 400 pesos por dólar estadounidense a 800 pesos por dólar, una de las medidas del paquete de «urgencia» para estabilizar la economía. El anuncio lo hizo el ministro de Economía, Luis Caputo.

Además, Argentina reducirá los subsidios estatales a la energía y el transporte, anunció este martes Luis Caputo, ministro argentino de Economía, en un mensaje grabado y emitido en diferido.

«Vamos a reducir subsidios a la energía y al transporte. Hoy el Estado sostiene artificialmente precios bajísimos en tarifas energéticas y de transporte a través de subsidios», indicó el ministro.

Caputo afirmó que «la política siempre» ha hecho esto «porque de esa forma engaña a la gente, haciéndole creer que les pone plata en el bolsillo».

«Pero estos subsidios no son gratis sino que se pagan con inflación», aseveró el nuevo ministro del Gobierno de Javier Milei.

Este anuncio forma parte de una decena de medidas que integran un paquete de «urgencia» cuya finalidad, según indicó Caputo, «es neutralizar la crisis y lograr estabilizar las variables económicas» de Argentina.

El paquete se centra en una fuerte reducción del gasto del Estado con miras a lograr el equilibrio fiscal y cortar de raíz la emisión monetaria, causante de la elevada inflación en Argentina, de acuerdo al diagnóstico del nuevo Gobierno.

Las medidas incluyen, entre otras, no renovar contratos laborales menores a un año en el Estado, suspender la publicidad oficial en los medios de comunicación (unos 94 millones de dólares), reducir el número de ministerios y secretarías de Gobierno, recortar al mínimo las transferencias del Estado nacional a las provincias y no hacer más licitaciones de obras públicas.

También se reducen al mínimo las transferencias discrecionales del Estado nacional a las provincias, que se usaban para como moneda de cambio para favores políticos. No se van a licitar obras públicas y se cancelan las licitaciones aprobadas que no hayan iniciado; la obra pública la realizará el sector privado.

El Gobierno, además, se reemplaza sistema de importaciones por un sistema estadístico de información de importaciones que no requerirá de la aprobación previa de licencias. (DLH/EFE)