Robo de cables y luminarias: Autoridades evalúan solución

robo de cables
ROBO. El hurto de cables de cobre e iluminarias es un mal que afecta a la ciudad de Quevedo.

Inspeccionan a recicladoras para contrarrestar el robo de cables y su posterior comercialización clandestina.

Muchos puentes y monumentos emblemáticos de la ciudad de Quevedo permanecen sin iluminación, dejando a la ciudad con un aspecto sombrío y descuidado.

Esta situación persiste desde hace más de un año, y las causas se atribuyen a la falta de mantenimiento por parte de las autoridades responsables, que incluyen a la Municipalidad de Quevedo y al Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP).

No obstante, desde la Municipalidad se ha informado que el robo de cables de cobre y luminarias por parte de individuos no identificados es el principal motivo de esta oscuridad. Los delincuentes aprovechan la madrugada y la falta de vigilancia para robar sin escrúpulos.

El alcalde de Quevedo, Alexis Matute, informó que en una ocasión presenció el robo de cables en un sector de la ciudad. A pesar de haber confrontado al ladrón, este regresó minutos después para terminar su fechoría. Como respuesta, el Concejo Municipal está considerando la creación de un grupo de guardias o agentes de control municipal para patrullar y prevenir estos actos delictivos.

Se ha solicitado a la Policía Nacional que incremente sus patrullajes en las áreas afectadas, pero hasta el momento, los robos continúan.

Los lugares más afectados incluyen el Puente Humberto Alvarado, el Puente Antonio Alvarado, el Puente Velasco Ibarra, la Fuente de agua (pileta) del sector El Atascoso, y otros sitios emblemáticos en el malecón de la ciudad. Aunque han sido reparados, las luminarias y cables han sido nuevamente robados.

Inspecciones

Estos objetos sustraídos suelen ser vendidos a negocios de reciclaje, donde se obtienen ganancias significativas. El Concejo Municipal está evaluando sanciones económicas y el cierre de negocios que compran estos objetos robados para disuadir estas actividades ilícitas.

“Estamos trabajando para encontrar soluciones efectivas al problema. Estamos evaluando diferentes medidas para evitar que estos individuos sigan causando daño a la ciudad con el robo de cables, tapas de alcantarillas, y medidores de agua, entre otros. A medida que identificamos a quienes compran estos objetos, aplicaremos sanciones apropiadas”, señaló el alcalde Alexis Matute.

Freddy Altamirano señala que la pileta, una estructura emblemática de Quevedo, está completamente abandonada: sin agua, sin mantenimiento, sin luces, y cubierta de maleza. Critica a la actual administración municipal, presidida por el alcalde Alexis Matute, por no tomar medidas para recuperar esta fuente turística de la ciudad. “No solo es esta pileta, el malecón también está descuidado, y otros lugares presentan problemas similares. Las calles están llenas de baches, y hasta los parques de la ciudad están oscuros y llenos de personas indeseables que solo buscan dañar sus estructuras. Debe haber más orden en el cuidado y mantenimiento de estos sitios emblemáticos de Quevedo”, manifestó Altamirano.

La Dirección de Planificación Urbana y Ambiental informó que para contrarrestar el robo de cables y otros bienes públicos, se están llevando a cabo inspecciones en todas las recicladoras de la ciudad.

El objetivo es asegurar que estas empresas cumplan con las regulaciones sobre uso del suelo y verificar la documentación en regla, a la vez que se combaten los robos de cables. Estas inspecciones se están realizando conjuntamente con servidores policiales para garantizar el cumplimiento de la ley.

Luis Vera, un conductor de la ciudad, señala que el robo de cables de los semáforos afecta a todos porque aumenta el riesgo de accidentes y dificulta el flujo normal del tráfico.

Este problema ha sido reportado y denunciado por el personal técnico de empresa pública Quevial, responsable de la reparación y mantenimiento de estos dispositivos, quienes han constatado la sustracción recurrente de cables.

Sanción

El delito de hurto de bienes públicos, tipificado en el Art. 196 del Código Orgánico Integral Penal (COIP) y se castiga con la pena privativa de libertad con un máximo de la sanción prevista (2 años) aumentada en un tercio. (LL)