Inseguridad en Los Ríos ha provocado el cierre de negocios

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COMERCIO. En Babahoyo alrededor de 120 propietarios de negocios han sido víctimas de algún tipo de extorsión.

Comerciantes cierran por temor a la violencia, piden la presencia policial y militar en las calles.

Buena Fe es el cantón con el mayor índice de hechos violentos en la provincia de Los Ríos en lo que va del 2024, a pesar de contar con una población de menos de 70 mil habitantes. Así lo informó el gobernador de Los Ríos, Edison Valencia. El coronel de la Policía, en servicio activo, destacó que la criminalidad en esta zona ha aumentado en un 500 por ciento, una situación alarmante para un territorio de esta magnitud.

El funcionario mencionó que la Policía está llevando a cabo operativos para combatir estos hechos violentos, que también se están reportando en los cantones de Babahoyo, Vinces y Quevedo, considerados peligrosos por sus altos índices de crímenes, extorsiones y secuestros. Sin embargo, indicó que, gracias a estos operativos, se ha logrado controlar parcialmente la situación en los cantones de Valencia, Baba y Puebloviejo y Quevedo.

“Desafortunadamente, estos crímenes se han desplazado a los cantones de Buena Fe y Babahoyo, lugares que hasta 2022 eran bastante tranquilos. Estamos trabajando con la policía especializada para restaurar la paz en estos dos cantones, pero la ciudadanía también debe colaborar para erradicar estos actos violentos. Por eso se realizó una consulta popular, para que se implementen medidas rápidamente y el personal militar siga apoyando a la policía en sus actividades de control”, señaló el gobernador.

También destacó que el cantón Valencia está comenzando a recuperar la normalidad después de experimentar hasta tres hechos violentos por semana. Con una población que no supera los 60 mil habitantes, las fuerzas militares realizan operativos sorpresa al menos una vez por semana, donde se ejecutan controles de armas en avenidas principales y en algunos barrios considerados vulnerables por la comunidad. Estos esfuerzos buscan disminuir la inseguridad y restablecer la tranquilidad en estos cantones afectados por la violencia.

Denuncias

William Calle, jefe de la Policía de la zona 5 de Los Ríos, informó que en Babahoyo, debido al alto índice de criminalidad, los negocios están abriendo una hora más tarde de lo habitual, generalmente a las 08:00, y cierran antes de las 17:00 por temor a asaltos, extorsiones e incluso secuestros.

Calle destacó que se están presentando denuncias ante la policía y que se trabaja en la captura de los miembros de estas organizaciones delictivas, de las cuales, lamentablemente, se estima que operan al menos ocho en la provincia de Los Ríos.

Según la policía, solo en Babahoyo, alrededor de 120 propietarios de negocios han sido víctimas de algún tipo de extorsión. Aunque se ha logrado desarticular varias de estas bandas, es crucial que la función judicial opere en conjunto con la policía para evitar que los detenidos o sospechosos recuperen su libertad y vuelvan a delinquir, muchas veces con más violencia.

“El índice de criminalidad ha disminuido, al igual que los robos y asaltos en Quevedo, Valencia, Puebloviejo. Se ha logrado controlar parte de la situación, pero los delitos de secuestro y extorsión han aumentado hacia finales de 2023, porque los delincuentes vieron una oportunidad lucrativa en estos actos delictivos. Los secuestradores exigen rescates a cambio de la integridad de sus víctimas. Hemos rescatado a muchas personas, y es por eso que es esencial denunciar estos delitos para erradicarlos en la provincia”, explicó Calle.

Negocios en riesgo

Raúl Chimbo, propietario de un negocio en Quevedo, reconoce que aunque los índices de delitos como robos y asaltos han disminuido, aún falta mayor presencia policial. Chimbo cree que la intervención de las Fuerzas Armadas en los operativos de seguridad ha sido fundamental, ya que esto disuade a los delincuentes, obligándolos a huir de la ciudad. A su juicio, esto podría explicar por qué ahora el crimen se está desplazando a otros cantones como Buena Fe y Babahoyo.

“Aquí se siente algo más de tranquilidad. Las muertes violentas son mucho menores en comparación con 2023, que fue terrible. Queremos que la Policía y el Ejército continúen patrullando las calles y que no nos abandonen, especialmente ahora que tenemos que lidiar con los cortes de energía y trabajar cuando podemos”, comentó el comerciante.

Raquel García, comerciante en Babahoyo y Quevedo, señala que el aumento de la criminalidad en la capital de Los Ríos ha provocado el cierre de muchos negocios, mientras otros han tenido que reforzar sus sistemas de seguridad con alarmas, rejas, cámaras de vigilancia y guardias privados, para evitar ser víctimas de delincuentes. García comenta que la situación en Babahoyo es preocupante, ya que el cantón no había experimentado violencia de esta magnitud en años.

“Más de 300 negocios han decidido cerrar en Babahoyo por el temor a estos hechos violentos y por los cortes de energía. Algunos comerciantes prefieren cerrar sus locales y trabajar desde casa de forma online para reducir costos y recuperar al menos parte de su inversión en la mercancía, en lugar de seguir pagando los gastos de mantenimiento y sueldos de empleados”, explicó García.

Para abordar esta situación, la Policía, junto con personal militar, desplegó el fin de semana grupos de uniformados en los cantones de Babahoyo y Baba para contrarrestar los altos índices de violencia que están afectando a la región. Esta medida busca aumentar la seguridad y restaurar la tranquilidad en estos lugares donde la delincuencia ha causado estragos. (DLH)