Una hacienda que se va ‘perdiendo’

desalojo de los trabajadores - propietarios
Los trabajadores se han mantenido por más de 50 días en protestas por la lucha de sus derechos.

Entre las necesidades y los malos tratos dicen vivir sus días los trabajadores de La Clementina. 

Babahoyo, Los Ríos Con la orden de desalojo de los trabajadores – propietarios de La Clementina, la situación de las 1800 familias que dependían de la producción de la hacienda más grande del país se avizoraba más oscura. Aunque esa orden dispuesta por el Juez del cantón Ventanas, José Morocho Coello, no fue aplicada,  las cosas para los integrantes de la cooperativa de Producción y Comercialización Cooproclem no es la mejor.

La desesperanza es notable en los rostros de algunos trabajadores, mientras que en otros la fe los motiva a seguir peleando por lo que dicen les pertenece y por lo que aseguran han trabajado toda su vida.

Desde el pasado 10 de agosto un grupo de trabajadores decidió paralizar todas las actividades en las 11.500 hectáreas de terreno, debido a la falta de pagos de sueldos, de seguros sociales, utilidades, educación, alimentación, etc.  Desde esos días, (cerca de dos meses), la división entre los trabajadores es cada vez más grande, ya que no todos están de acuerdo con la paralización en la producción, que, a decir de algunos, deja más pérdidas de las ya generadas hace algunos años.  Sin embargo, ahora un grupo de socios junto a su abogado defensor indican que poco les importa la producción y patrimonio de la hacienda, porque la lucha hoy por hoy es por los trabajadores que buscan el bienestar de sus familias y de los habitantes que dependen económicamente de la hacienda.

Desde que empezaron los reclamos el respaldo de las autoridades locales y provinciales ha sido primordial. Desde concejales, el prefecto de Los Ríos, alcaldía de Babahoyo, asambleístas y organizaciones sociales de la localidad han aportado con raciones alimenticias para los trabajadores, esto debido a que la falta de pago de sueldos y salarios, haciendo que sus días sean más difíciles.   El comercio, en general, ubicado alrededor de la hacienda, ha decaído enormemente, porque con la falta de liquidez, no hay quien compre en la parroquia La Unión (aproximadamente de 10 mil familias), así lo indican varios de los habitantes del lugar. Esto, porque la mayoría viven de lo que produce la Clementina.

 “Estamos endeudados con el seguro social y no nos podemos hacer atender por la falta de pagos, la administración no es justa con los trabajadores”, dijo la socia Ivon Bustamante. “Si hay reclamos no botaban, la paralización es para alzar nuestra voz por eso pedimos la salida del administrador, representante de Koval de La Clementina y sus dirigentes. Antes del embargo de la hacienda que luego fue entregada a los trabajadores estábamos bien, por lo menos la alimentación no faltaba. El expresidente Rafael Correa hizo bien por nosotros porque tenemos un bien, pero mal por la administración disque extranjera que nos ha perjudicado”, aseveró Carlos Jumán.

“Antes que la empresa quiebre nosotros decidimos parar las actividades, las cosas no estaban marchando bien. Ante las leyes somos los dueños y ahora lamentablemente deudores a la vez. Seguimos firmes ante las adversidades y la crisis económica,  solo el tiempo sabe qué pasará, pero no vamos declinar”, explicó  Andrés Coello, otro de los socios.

Una hacienda que se va ‘perdiendo’
Son 1800 los trabajadores – propietarios de la hacienda La Clementina. Ellos protestan por mejores días y sus ganancias.

Pérdidas y producción

Miguel Ángel Torres, presidente de la cooperativa Cooproclem manifestó que todavía es el representante legal del grupo de trabajadores, los manifestantes nunca tomaron en cuenta a todos los socios, para analizar las inconformidades, dañando el sustento de 10 mil familias de la que dependen comerciantes, productores y proveedores. “La paralización ha perjudicado a todos los trabajadores, las protestas se hacen con un grupo minúsculo de trabajadores ajenos a la cooperativa, que hoy lo único que ha dejado es violencia y enfrentamiento entre los socios”, dijo Torres.

Miguel Macías,  representante de la hacienda Koval Management, quien figura como administrador de la hacienda bananera, refirió que, el despido de algunos trabajadores se hizo por irregularidades que han cometido en sus labores y que el no pago de las planillas en el IESS fue por falta de liquidez por el tema de caída de cenizas en los primeros meses del año que generó pérdidas de alrededor de 750 mil cajas a un precio oficial de 4 millones 750 mil dólares, que además,   hubo que pagar el crédito hipotecario y quirografario. Luego con la baja a nivel internacional, a la falta de contenedores, el precio cayó de 2 a 3 dólares durante 8 semanas.

“Si hay 90 mil cajas por 2 dólares, ¿cuánto es? Como empresa hemos pagado el sueldo, estamos pagando vacaciones desde varias semanas, pensiones alimenticias, el seguro social se va a pagar a partir del 15 de octubre. Pago de sueldo de personal, cuota de CFN y alimentar a la plantación están garantizados. Para exportar necesitan los permisos necesarios y autorizados por el gerente general de la hacienda, entonces, aunque quieran no puede solo un grupo pretender retomar las labores en La Clementina”, expresó Macías.

Derechos de trabajadores

Carlos Luis Sánchez, defensor de los trabajadores de la Clementina, manifestó que, la orden del desalojó dictada por el Juez es incoherente, ya que el grupo de denunciantes interpusieron la demanda por la vulneración al libre tránsito en la hacienda, cuando los trabajadores son los dueños.

“La deuda de La Clementina no está clara por la forma en la que se ha venido financiando por la CFN, ahora hay 400 trabajadores despedidos por haber reclamado sus derechos. La deuda asciende a 90 millones de dólares, a estas alturas, es impagable y la inexistente representación hizo que actualmente la mayoría de los socios cesen al presidente de la cooperativa y a la directiva, esa medida cautelar, presentada ante el Juez en menos de seis horas fue aprobada y sin verificar, nada se dispuso el desalojo, pero no se ha dado paso, por ahora”, dijo el profesional del derecho.

Sánchez enfatizó que, ahora el pedido para calmar los ánimos y tomar el rumbo de la dirección de la hacienda es que la medida cautelar dictada por el Juez que se dictó en perjuicio de los trabajadores, sea revocada y también esperan que la Gobernadora de Los Ríos, Génesis Blum y a la Intendenta de Policía se abstengan de acatar esa medida; así como también se ha pedido a la secretaría de Economía Popular y Solidaria que registre a la nueva directiva y que la CFN encuentre a los funcionarios que casi han condonado la deuda, refinanciándola, hundiendo cada vez más a la hacienda.

Embargo y entrega

La hacienda la Clementina, ubicada en la parroquia La Unión de Babahoyo, fue embargada en mayo del 2013 por el Servicio de Rentas Internas (SRI) al empresario Álvaro Noboa, por una supuesta deuda del impuesto a la renta del 2005 de alrededor de $ 95 millones; y en diciembre de ese año se legalizó, ante un notario, la adjudicación de la propiedad a los trabajadores de Cooproclem, creada en noviembre del 2013, para instrumentar un crédito en la Corporación Financiera Nacional (CFN), por medio del cual adquirieron la hacienda.

Administración

En marzo de 2018, tras una polémica decisión, la propiedad pasó a manos de la empresa Koval Management, una firma de capitales rusos que no tiene sede en Ecuador. Miguel Macías es el actual representante de la empresa rusa y administrador de la hacienda. Los problemas empezaron en marzo de 2017 cuando los representantes de Cooproclem, por medio de un contrato, cedieron la administración a la compañía Koval. (DLH)