La devoción a la Santa Muerte cada día gana más adeptos

SANTA MUERTE
COStumbre. La Santa Muerte es venerada en diversos espacios. Las ofrendas hechas en su honor son múltiples.

Es considerada como la acompañante de las personas que se encuentran en prisión. Se le atribuyen grandes ‘favores’.

En comparación a otros santos, su imagen no es la más atractiva.
En las manos porta una guadaña (símbolo del trabajo), una esfera del mundo o una rosa, el esqueleto tendría, según sus seguidores, poderes especiales, y se la viste con diversas prendas que simbolizan esas y otras virtudes y con las cuales ha concedido ‘favores’ a sus más fieles devotos.
La Santa Muerte, temida por unos y venerada por otros, ocupa un lugar especial en el cuarto de Rosana (nombre protegido).
Rodeada de velas y adornada con diversos artículos, se encuentra la estatua sobre una cómoda.
La mujer de 45 años de edad, indicó que ha acostumbrado a su ‘reinita’ a colocarle todas las noches una vela y cuando no lo hace o se le olvida, la ‘mamita’ se enoja y su ira la manifiesta con ruidos en las noches, pesadillas y otras señales de descontento.
La situación empeora a tal extremo que ella debe levantarse, sin importar la hora que sea, y encender un cirio, que por supuesto debe ir acompañado de una breve oración.
Sobre los favores recibidos, según ella, son varios; entre ellos, destacó la prosperidad en su reciente negocio situado en el centro de El Empalme (Guayas).
Desde hace un año, junto a su esposo, empezaron con la venta de encebollados y pese a la actual crisis económica que atraviesa el país y la creciente inseguridad, no les va mal.
‘‘Qué le ofrecí, no le puedo contar, pero lo cierto es que cada vez en mi negocio nos va bien y se vende todo; cada vez son más los clientes que tenemos y eso nos permite mantener a nuestros cuatro hijos’’, refirió.
Otro ‘milagro’ concedido, del cual no quiso dar mayores detalles, es la mejora en el estado de salud del menor de sus hijos.
Recordó que una vez conocida la enfermedad de su niño, recorrieron varias partes del país en busca de una cura, pero no lo lograron.
Pero desde que ‘hicieron un pacto’ el niño, que ahora tiene cuatro años de edad, se encuentra bueno y sano.
‘‘Por eso y otras muchas cosas tengo que agradecerle y lo haré siempre, no me cansaré de hacerlo nunca’’, dijo la mujer, que prefirió omitir su nombre para evitar algún inconveniente.

Le consiguió el amor

Quien también le agradece a la Santa Muerte es ‘Lisbeth’, llamada así porque no le revela su nombre verdadero a nadie.
La mujer trans recordó que pasó años tras años sin tener una relación estable, pero gracias a una de sus amigas empezó a interesarse por las ‘bondades’ de su ‘negrita’.
Con fe, devoción y constancia le dedica una hora para rendir culto a la Santa Muerte, omitió detalles de lo que hace, pues solo es un secreto que ella conoce.


‘‘La mayor prueba de que sí me cumple es que le pedí que me consiga una persona buena, cariñosa, que me apoye y me motive y así fue; ahora soy feliz, muy feliz’’, agregó.
‘Lisbeth’ se refiere a Anthony su pareja desde hace casi tres años, con quien convive en un departamento situado en la parroquia San Camilo, Quevedo.
Ella tiene una peluquería en la sala de su casa, mientras que él se dedica a la venta de cilindros de gas, bidones de agua y otro tipo de artículos que ofrece puerta a puerta.

Consuelo en el encierro

La Santa Muerte, según Íder España, otro creyente, el cual salió hace más de seis meses de prisión, era venerada por la mayoría de sus compañeros de celda.
Recordó que sus amigos le rinden tributo y homenaje en altares improvisados e incluso le rezan una oración para pedirle, entre otras cosas, salir pronto de las celdas y recuperar la tan ansiada libertad.
‘‘Para todos es la encargada de brindar protección y consuelo en la soledad del encierro, su imagen genera en los presos un sentimiento de identidad y protección para soportar lo que viven día tras día’’, refirió.

Añadió que ‘‘las personas que viven en prisión conviven con la muerte, no solo porque un motín o un atentado pueda ocasionar su fallecimiento, sino también está la muerte civil, por ejemplo, el olvido de sus familiares, y una forma de resolver esto es tener fe en varias creencias”, apuntó.

No es bien visto

Para Carlos Ramírez, catequista, el culto o cualquier otro homenaje a la Santa Muerte no es bien visto para la Iglesia Católica.
Expresó que solo la Iglesia, guiada por el Espíritu Santo, tiene la facultad de proclamar la santidad de una persona. ‘‘Los católicos que caen en este culto deben saber que es un pecado grave: idolatría (“devoción popular” sin ningún soporte doctrinal ni justificación teológica) y deben saber que la Santa Muerte no es un juego, ni la muerte es una deidad divina, detrás de ese culto hay algo diabólico’’, finalizó. (JO)