Las casas flotantes de Babahoyo: Un tesoro histórico por conocer

casas balsas
HISTORIA. Años atrás en las riveras del río Babahoyo habían muchas más casas flotantes de las que existen ahora.

La mayor parte de las personas que habitan estás casas son pescadores, obreros y hombres solteros.

Sumergidos en las tranquilas aguas del majestuoso río Babahoyo, se erigen como testigos silenciosos del acontecer histórico de la ciudad: las casas balsas, un símbolo de historia de la bella ciudad de Babahoyo. Estas singulares viviendas, que flotan sobre el agua, son mucho más que simples moradas; son refugios de memorias y comodidad, habitadas por familias que han tejido su vida en ellas durante décadas.

Al asomarse a sus ventanas, no se observan aceras ni calles congestionadas por el tráfico y la emanación de humo, sólo se siente la cálida brisa del majestuoso e histórico Río Babahoyo.

Son decenas de familias que por más de cinco, ocho y hasta 30 años han vivido en estas casas balsas mecidas por la cálida brisa que acaricia sus muros. Es un escenario donde el tiempo parece detenerse, ofreciendo una experiencia única para quienes se aventuran a descubrirlo.

Julio García lleva viviendo en una de estas casas flotantes desde hace 15 años, asegura que es como cualquier otra casa que estuviera en suelo firme, aunque con la diferencia de que se convive en medio de la naturaleza y apartado del bullicio de la ciudad.

“Yo hice mi balsita luego que me separé de mi señora, aquí todo es normal se vive igual que en cualquier otro lado, no hay ni problemas con los vecinos”, indicó don García.

La mayor parte de las personas que habitan estás casas son pescadores, obreros y hombres solteros. Hace aproximadamente 15 años se podía encontrar a familias enteras, pero algunas fueron reubicadas en terrenos municipales y otros en los proyectos habitacionales como ‘Brisas del Río’ ubicado en la vía Babahoyo – Montalvo.

Servicios

Estas construcciones cuentan con energía eléctrica proporcionada a través de medidores, así mismo como agua potable que les llega por medios de mangueras.

Aquí, las tareas cotidianas como lavar, cocinar y bañarse se realizan como en cualquier otra vivienda de la ciudad. Sin embargo, algunas de las personas que viven en las casas flotantes prefieren bañarse en el río para no gastar el agua que se les proporciona por el sistema de agua potable.

La Balsanera

Es un innovador prototipo de casa balsa de dos pisos diseñada para vivienda y uso comercial turístico, su propietaria es doña María Villegas, quien se siente contenta y agradecida con el Arquitecto José Gómez por haberle remodelado su hogar y brindarle una idea de negocio.

“Un día andaba por aquí el arquitecto buscando personas que convivan familias, porque en la mayoría de estas casas viven puros hombres, entonces el me ayudó, le doy gracias a Dios primero por esta bendición, llevamos 35 años aquí, yo anhelaba un negocio propio, les dije que me gustaba la cocina y ahora tenemos este pequeño comedor aquí«, indicó María.

La Balsanera es un comedor que funciona todos los domingos, donde ofrecen: Pescado frito con patacones, bollos, tortillas de verde, yuca, entre otros platillos tipos de la ciudad de Babahoyo.

José Fernando Gómez, quemador de ‘La Balsanera’, sostiene que este es un proyecto significativo para la ciudad, donde se buscaba que las viviendas no solo sirvan para ser habitadas, sino también puedan generar economía a las familias que viven aquí, y es lo que se está logrando.

Observatorio flotante

Otro de los proyectos ejecutados por el grupo Natura Futura, fue el observatorio flotante el cuál zarpó el 29 de Julio del 2022, hacia la Isla Santay.

Este fue un laboratorio flotante construido por varios arquitectos entre ellos Juan Carlos Bamba, un español profesor de la Universidad Católica de Guayaquil, quien lleva 9 años en el país.

El académico junto a Juan Fernando Gómez, iniciaron este proyecto el cuál lo llevaron por el río Babahoyo hasta Guayaquil y dejaron este “laboratorio flotante” en la Isla Shantay, dónde servirá para hacer diferentes investigaciones, sobre la flora y fauna de este lugar, puede servir como museo, como sala de conferencias, aula flotante, entre otros usos. (DG)