En documentos históricos, diocesanos, se hace referencia precisa al nombre correcto.
El Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC), ente encargado de velar por la salvaguarda del legado histórico y cultural, emitió hace varios años la siguiente aclaración para dar a conocer a escritores, periodistas y público en general, el origen del nombre de la ‘Churonita’.
Teresa Mora de Valdivieso, escritora lojana en su obra ‘El nombre de Nuestra Señora del Cisne’, demuestra con una exhaustiva investigación histórica, cual es el nombre con el que se la ha llamado a la Churona desde tiempos atrás.
Se hace referencia a esto ya que, en múltiples afiches, folletos, estampas, reportajes, artículos de opinión, entre otros, estos se refieren a la devoción a la Santísima Virgen de El Cisne, cuando en verdad se debería llamarla Virgen del Cisne.
Documentado
En un sinnúmero de documentos, tales como: documentos históricos, diocesanos, decretos pontificios, entre otros, se hace referencia y de forma precisa al nombre correcto de nuestra Santísima Virgen del Cisne.
A continuación, se transcribe un párrafo de la obra de Fernando Montesinos, Los Anales del Perú, que es uno de los más antiguos, en donde se señala el nombre de la Churona:
«Comenzó Dios a manifestar las maravillas que suele con los devotos de María. Hubo este año (1596) hambre muy grande en el pueblo del Cisne, que está entre Loja y Zaruma.
Trataron los indios de dejar aquel puesto y algunos insistían a que se entrasen tierras adentro, con ánimo de huir de la religión católica, más que de buscar mejor tierra. Estando en esta determinación, se les apareció la Virgen Santísima a los principales y les dijo: «Fundasen aquí una iglesia, que allí los quiero asistir para que no tengáis más hambre» Hiciéronlo así, y pusieron a la iglesia el nombre de Nuestra Señora del Cisne, como al pueblo.
Desde aquel punto comenzaron a sentir los favores que la Virgen Santísima les había prometido por medio de aquella milagrosa imagen, con que se hallaron consolados en todo tiempo de siembras, cuando era necesario el agua, y libres de enfermedades, la salud; que lo uno y lo otro les ofrecía tan a tiempo, que ya venían a juzgar aún las cosas naturales por divinas». Montesinos, Anales del Perú, Madrid 1906, págs. 132 – 134.
Encontraron múltiples evidencias en donde se confirma el nombre original de nuestra Señora del Cisne, se hace un llamado a toda la sociedad para que de ahora en adelante se haga uso correcto del mismo, para de esta forma velar por el adecuado rumbo de la historia y poder enmendar los errores que se han cometido hasta el momento.
TOME NOTA
Teresa Mora de Valdivieso, escritora lojana aclara el tema en su obra ‘El nombre de Nuestra Señora del Cisne’.