¿Qué hacer ante un paro cardíaco?

¿Qué hacer ante un paro cardíaco?
PROFESIONAL. Ernesto del Pino, cardiólogo intervencionista con amplia experiencia.

Las personas mayores de 50 años pueden sufrirlo con mayor frecuencia, sin embargo, hay otros factores que incrementan el riesgo.

El paro cardíaco, también conocido como paro cardíaco repentino o súbito, es una afección en la que el corazón deja de latir en forma repentina. Cuando esto ocurre, la sangre no fluye hacia el cerebro y otros órganos vitales, privándolos de oxígeno. Si no es tratado a tiempo, puede causar la muerte en pocos minutos, por lo que es indispensable solicitar ayuda inmediatamente. Esta pérdida inesperada de la función cardíaca origina un quebranto del conocimiento, produciendo un colapso.

Dentro del organismo, el corazón recibe señales eléctricas que controlan la frecuencia y ritmo con el que bombea la sangre, a través de una compleja red de vasos. Las interrupciones a estas señales ocasionan latidos irregulares, conocidos como arritmias, las cuales pueden incitar a un paro cardíaco.

Según investigadores norteamericanos, 350.000 personas de Estados Unidos se enfrentan a esta afección anualmente fuera de los hospitales, lo que representa una tasa de mortalidad del 90%. Por tal motivo, personal de la salud a escala global emprende en campañas informativas, con la finalidad de otorgar información verídica y oportuna que ayude a minimizar los decesos originados por esta causa.

Para analizar el tema en cuestión, en Diario La Hora dialogamos con Ernesto del Pino, cardiólogo intervencionista de la clínica San Agustín. Es especialista de primer grado en Cardiología, por la Universidad Médica de La Habana; tiene un máster en Emergencias y Urgencias Médicas, por la Universidad de La Habana, entre otros estudios.

¿Cuál es la diferencia entre un paro cardíaco y un ataque cardíaco?

El paro cardíaco es el completo cese de las funciones cardiovasculares, mientras que el ataque es producido por una isquemia miocárdica o por cualquier otra aparición de insuficiencia cardíaca.

El nivel de peligrosidad en los dos casos depende de las complicaciones que se puedan registrar. En el paro cardíaco se debe lograr que el corazón vuelva a funcionar, lo que requiere de mayores esfuerzos para salvar la vida del individuo afectado.

¿Quiénes tienen mayor riesgo de padecerlo?

Las personas mayores de 50 años llegan a sufrirlo con mayor frecuencia, sin embargo, hay otros factores de riesgo que incrementan las probabilidades, es decir, la obesidad, diabetes, sedentarismo, tabaquismo, etc.

Por su parte, la parada cardíaca se presenta en seres humanos de cualquier edad y está condicionada por hemorragias, al tener contacto con cables de alta intensidad, entre otros motivos.

Las emociones tienen una conexión directa con el corazón, por lo tanto, los sentimientos que se generan en el cerebro crean un grupo de sustancias que se liberan y que podrían aumentar la frecuencia cardíaca en ciertos pacientes, originando un ataque al corazón, por ello, existen personas que no pueden recibir noticias demasiado “fuertes”, ya que corren un riesgo.

¿Qué debo hacer si alguien sufre un paro cardíaco?

Primeramente, hay que tomar el pulso a nivel del cuello. En caso de no haber pulsaciones, se debe proceder con una reanimación cardiopulmonar (RCP). En este contexto es importante pedir ayuda inmediata, o comunicarse al 911.

Para hacer una RCP correctamente, se debe tomar en cuenta lo siguiente: 1. Arrodillarse al costado del tórax de la víctima (cualquier lado) y colocar el talón de una de tus manos sobre el centro del tórax, en el esternón. 2. Poner tu otra mano encima de la anterior, asegurándote de no tocar las costillas de la víctima con tus dedos (mantenlos levantados y entrecruzados). Solo el talón de la mano inferior apoya sobre el esternón. 3. Hacer avanzar tus hombros de manera que queden directamente encima del esternón de la víctima. Mantener tus brazos rectos y usar el peso de tu cuerpo para transmitir la presión sobre tus manos. El esternón de la persona atendida tiene que descender al menos 5 cm. Finalmente, liberar por completo la compresión sobre el esternón sin retirar las manos, para permitir que el tórax vuelva a su posición de reposo y el corazón se llene con sangre.

Deben realizarse 30 compresiones ininterrumpidas, hasta que lleguen profesionales de la Medicina a brindar atención.

¿Puede un paciente que sufrió un paro cardíaco, presentar otro episodio?

Por supuesto. En este caso es necesario identificar y atacar la causa, con el objetivo de mermar las posibilidades, caso contrario, seguirán presentándose y afectando la calidad de vida.

¿Qué recomendaciones se deben tomar en cuenta para prevenirlos?

La buena alimentación es primordial. Se debe comer productos bajos en sal, azúcar y grasas, asimismo, practicar ejercicio por al menos tres veces a la semana (80 minutos). Esto mejorará la circulación cardiovascular y fortalecerá la salud del corazón.

El consumo de tabaco agrava el pronóstico, por lo que es importante eliminar estos hábitos y adoptar rutinas saludables.

TOME NOTA
Las emociones fuertes pueden originar ataques al corazón en personas con problemas cardiovasculares.

EL DATO
El doctor Ernesto del Pino realizó la primera implantación de válvula aórtica en Loja.

EXTRACTO
“Al atender un paciente con paro cardíaco se debe rescatar el corazón y el cerebro, para evitar mayores complicaciones”