Una cadena de hechos antes inimaginables, se han desatado en contra de las organizaciones sociales (de trabajadores/as, obreros/as, empleados/as, jubilados/as, etc.), y en contra de toda organización y/o representación, que pudiese presentar resistencia.
Una segunda envestida y paralela, fue orquestada desde las cúpulas sociales e institucionales, aglutinadas en el Gobierno de la “Revolución Ciudadana”, y que desarmó, una institucionalidad apenas observadora de unos pocos derechos; en tanto, montaban una estructura ejecutiva y legislativa, la cual quedaría bien llamarla, la “Orden de la Muerte”, y cuyos “Mortífagos”, están dispuestos, a arremeter contra todo vestigio de dignidad.
Mientras tanto, sonaban los ritmos marciales; evocando el civismo y la heroicidad de los “libertadores”, desmantelaban la mentada “Patria”, haciendo negocios de miles de millones de dólares; entregando la riqueza y soberanía a las transnacionales extranjeras; despidiendo y colocando en completo “estado de indefensión” a trabajadores y profesionales de todo tipo y a sus familias. Mientras, introducían el terror a ser tocados, por la vara inquisidora de la muerte laboral, social, política, como retaliación, a pensar, hablar o hacer.
De todas maneras, un pestañeo de resistencia, hizo posible que el “Estado Corrupto”, haya tenido que sacrificar a uno u otro de sus sirvientes. Unos tuvieron que huir; otros, se encuentran detenidos con todas las comodidades, otros deberán en compensación de los miles y millones que asaltaron o entregaron fraudulentamente, pagar unos cuantos billetes.
Ahora La “Orden de la Muerte”, mientras libera el precio de los combustibles y el gas, se ha ideado un sainete democrático, para reemplazar al administrador de la “Orden”.
¿Qué tal, te atreves a pensar?