La celebración del Inti Raymi se prohibió en Otavalo

Danzas. Desde junio hasta agosto se solían desarrollar las celebraciones del Hatun Puncha o Inti Raymi en Otavalo.
Danzas. Desde junio hasta agosto se solían desarrollar las celebraciones del Hatun Puncha o Inti Raymi en Otavalo.

A pesar de las disposiciones de las autoridades se han reportado aglomeraciones por esta festividad andina. Las celebraciones no tienen autorización en esta zona.

Redacción IMBABURA

La pandemia de Covid-19 obliga a suspender, por segundo año consecutivo, una de las celebraciones más importantes para los pueblos kichwas.

El Inti Raymi, festividad en homenaje al sol (Inti) y en agradecimiento a la Pachamama (tierra), por las cosechas recibidas, no podrá contar con actividades masivas, como se acostumbraba antes de la pandemia.

Marcelo Burbano, director administrativo del Municipio de Otavalo, dijo que, al estar vigente la resolución de prohibir eventos masivos, se ha negado la solicitud para que se realice la celebración en la Plaza de Ponchos y en otros lugares tradicionales de los pueblos andinos.

“Antes de la pandemia se colocaban los graderíos en la plaza y una choza gigante para estas festividades, por lo tanto esto está negado este año, al igual que cualquier tipo de programación en San Juan Capilla”, explicó.

Burbano mencionó que en 2020 se suspendió todo evento oficial de Inti Raymi en Otavalo, pero resaltó que este año sí hubo la intención de organizarlo por parte de los ciudadanos, quienes incluso pidieron los permisos respectivos de uso de suelo a la municipalidad, pero que fueron denegados en su totalidad.

“Estamos haciendo el pedido para que no existan aglomeraciones en bailes masivos. Lo que sí pueden hacer es bailar o festejar el Inti Raymi en forma familiar, es decir en la misma vivienda con las personas con las que han estado compartiendo. La recomendación es no bajar la guardia hasta que avance el proceso de vacunación”, señaló.

No todos hacen caso

Sin embargo, a pesar de las disposiciones y pedidos de las autoridades, cientos de personas se aglomeraron la última semana en la tradicional Plaza de Ponchos de Otavalo, donde con guitarras, violines, flautas y cánticos, se reunieron para zapatear al ritmo de la música.

Según dirigentes indígenas, es prácticamente imposible que las autoridades prohíban una tradición milenaria, que es parte de la cultura de un pueblo ancestral.

Como contraparte, los encargados de los organismos de control mencionan que el afán no es suspender las celebraciones, sino adaptarlas a tiempos de pandemia, evitando aglomeraciones y respetando las medidas de bioseguridad, porque podría desencadenar una nueva ola de contagios de Covid-19 que colapse los hospitales locales.

“Están prohibidas las aglomeraciones, los espectáculos públicos, al igual que los permisos por parte de la Intendencia, los eventos deportivos con público. Para el cantón Otavalo aún se mantiene la restricción de realizar matrimonios, bautizos, primeras comuniones”, detalló Burbano.

El origen del Inti Raymi prácticamente se remonta a la época de los Incas, para rendir culto a los dioses, como el sol, o para agradecer por la fecundidad de la tierra.
Misticismo. En los rituales sagrados se agradece a los cuatro elementos: aire, agua, tierra y fuego.
Misticismo. En los rituales sagrados se agradece a los cuatro elementos: aire, agua, tierra y fuego.

Multas económicas

En Otavalo rige una ordenanza de bioseguridad, que fue aprobada para normar el comportamiento ciudadano dentro de la pandemia. Sanciona con el 50% de un salario básico unificado ($200) a las personas que liben en la vía pública después de las 22:00.

De igual manera está vigente una sanción de $40 para las personas que no utilicen mascarilla.

Marcelo Burbano, director administrativo del Municipio de Otavalo, apuntó que sobre todo se pone mayor énfasis en evitar el consumo de licor, que es lo que más problemas acarrea en este tipo de fechas.

¿Cómo controlarán los bailes tradicionales?

Como parte del Inti Raymi, el 22 de junio se realiza un baño a medianoche, en las vertientes naturales de agua para recibir nuevas energías positivas y soportar las noches y días de baile, visitando casa por casa a los amigos que esperan la llegada de los danzantes, entre otras manifestaciones ancestrales.

Para controlar que no existan aglomeraciones y se organicen estas actividades, en Otavalo, desde hace una semana, se activaron operativos que involucran a agentes de control municipal, Policía Nacional y agentes civiles de tránsito, para hacer rondas por la ciudad, desde las 22:00.

Según la ordenanza municipal, a las 22:00 se deben cerrar los locales comerciales y cesar sus actividades, entre ellas la venta y consumo de licor, hasta las 05:00 del siguiente día.

Sobre los baños rituales que se realizan en la temporada, desde el Municipio de Otavalo aseguraron que por ser en espacios abiertos y alejados, como cascadas y vertientes, es muy difícil controlar, por lo que apelan a que los ciudadanos tomen conciencia de que pueden representar un foco de contagios si es que existen aglomeraciones.

“Para estos baños no existe un organizador, no hay una programación, son de manera espontánea a donde la ciudadanía acude, por lo que es difícil tener contacto con alguien que esté al frente de esto para suspenderlos”, expuso Marcelo Burbano.

Burbano aseguró que coordinan reuniones con la Intendencia de Policía y la Gobernación de Imbabura, porque mientras más cerca está el solsticio de verano ven una necesidad mayor de aumentar el contingente para realizar los controles.

Al ser el Inti Raymi una fiesta provincial, prácticamente, con mayor fuerza en Otavalo, Cotacachi e Ibarra, dijo que hubiesen esperado que el COE provincial imponga un horario unificado de restricciones, no dejando a la libertad para que cada uno de los municipios lo establezca.

Usarán fondos de emergencia de Otavalo para equipar hospitales

El COE cantonal autorizó al alcalde de Otavalo, Mario Conejo, que haga uso de los fondos de emergencia municipales para apoyar al Hospital San Luis de Otavalo para la obtención de cinco respiradores y un equipo médico para el Distrito de Salud.

Además, ante un pedido especial del hospital San Vicente de Paúl, ubicado en Ibarra, se donará tres equipos de alto flujo, ya que un alto número de pacientes otavaleños están haciendo uso de estas instalaciones de salud por Covid-19

El monto aproximado para la adquisición de estos implementos médicos es de 75.000 dólares.