Las denuncias durante la última semana de mayo de 2022 se volvieron recurrentes por parte de dueños de este tipo de negocios.
Redacción TULCÁN
La amenaza de atentar contra locales comerciales es la excusa que últimamente usan grupos delincuenciales para extorsionar a propietarios de negocios del cantón Tulcán, capital de la provincia de Carchi, en el norte de Ecuador, cerca de la frontera con Colombia.
Aunque el miedo a denunciar, por los diferentes métodos de intimidación que ejercen los rufianes, impide conocer con exactitud cuántos casos de este tipo existen en la zona. Solo en las dos últimas semanas de mayo de 2022, al menos cinco alertas han llegado a instancias policiales.
Dentro de los últimos casos, se pudo determinar que las víctimas fueron propietarios de restaurantes.
Según la Policía, los extorsionadores llaman directamente a los teléfonos personales de los dueños de los negocios. Les exigen dinero a cambio de “protección”. Eso significa que presuntamente los ‘cuidarán’ de los crímenes que la misma banda delictiva estaría dispuesta a cometer.
“El método usado normalmente es a través de llamadas telefónicas amenazantes y hasta visitas personales a los locales, donde se piden montos de dinero para evitar daños en los establecimientos, por brindar una supuesta ‘seguridad’ al propietario y sus colaboradores”, corroboró un agente policial.
Temor latente
Los propietarios de negocios de Tulcán admiten que hay un temor generalizado, pues al existir las primeras denuncias de este tipo de actos, consideran que todos están en riesgo.
“Se escuchaba siempre de las llamadas ‘vacunas’ a la gente de dinero, pero más en la parte rural, donde están las grandes fincas ganaderas y agrícolas”, pero no en negocios del centro urbano”, opinó el dueño de un local que ofrece comida a la carta.
Agentes policiales mencionaron que solo en el mes de mayo de 2022 se reportaron cinco denuncias de este tipo. Explicó que en todos los casos la llamada inmediatamente fue colgada y la información puesta en conocimiento de la Policía, con lo que se pueden iniciar las investigaciones.
“Hemos tenido algunas denuncias de este tipo de delito, tanto en la Policía como en la Fiscalía”, declaró Ricardo Andramunio, jefe de la Policía Judicial en Carchi, quien recomendó colgar inmediatamente, bloquear el número y notificar estos casos al ECU-911, a la Policía o a la Fiscalía.
Dentro del proceso investigativo, el paso inicial, según Andramunio, es hacer un rastreo de las líneas telefónicas, para saber de dónde provienen las llamadas y poder dar con el paradero de los emisores de las amenazas.
Por el momento, no se tienen detenidos dentro de los casos que han llegado a conocimiento de la Policía, quienes motivan a las víctimas a denunciar y perder el miedo a los extorsionadores.
Otra de las particularidades que aumentaría el temor es que los grupos delictivos que estarían extorsionando a los comerciantes aseguran ser miembros de la guerrilla colombiana. Los agentes investigativos, sin embargo, mencionan que en la mayoría de los casos esto es solo una fachada, precisamente para generar miedo en las víctimas. (FV)
Sobre los montos a pagar en las extorsiones, la Policía menciona que varían en cada caso, dependiendo incluso del flujo de ingresos y tipo de negocios que tengan las víctimas.