Por 20 o 30 dólares son comercializados, pero detrás de cada cachorro se esconde una modalidad que involucra la reproducción forzada y el maltrato animal.
‘Magaly’, amablemente decidió formar parte de esta investigación, tomó contacto con un comerciante de mascotas y no, no dentro de un local adecuado para ello o clandestino, sino frente a todos, donde el ciudadano común y los policías municipales conviven a diario, en el centro de la ciudad de Esmeraldas.
“Hermoso, lléveselo”, fue lo primero que escuchó del vendedor, quien en sus manos sostenía a dos tiernos cachorros y por la suma de 30 dólares (una rebaja de $10) cualquiera podía ser suyo. La promesa, recaía en una mascota de raza, de altura predominante y juguetona.
La transacción nunca se hizo, Magaly simplemente se alejó y dos familias más llegaron y compraron a uno de los canes, que fue colocado en el interior de una mochila. Un comercio ‘normal’, pero que esconde el maltrato animal.
En las últimas semanas, varios ciudadanos arribaron al puerto principal con esta misma modalidad, la venta de cachorros y, hasta ahora, no es visibilizada por entes de control, por lo que se promueve un comercio con el sufrimiento de los animales.
Ordenanza
Pese a que en el cantón Esmeraldas, desde 2015 existe la ‘Ordenanza que regula la protección y convivencia responsable con los animales domésticos’, esta no es tomada en cuenta por las autoridades, que entre una de sus prohibiciones está el: Comercializar animales domésticos y de compañía de manera ambulatoria en calles y avenidas o mercados.
Para Carla Mejía, del Movimiento Animalista de Protección Esmeraldas (MAPE), la ordenanza quedó en letra muerta, que no existen actores con conocimiento que se involucren en el tema y de hacerlo lo utilizan de manera política para obtener aprobación popular en las urnas.
Referente a los vendedores de perros en las calles, explica que la historia detrás es cruel e indignante, los cachorros son destetados a temprana edad, lo que repercute en su salud, en otros casos, son mutilados para aparentar ser de raza, son anestesiados y guardados en cajas o mochilas, son privados de comida o agua, y en muchos casos mueren a los pocos meses por enfermedades como el parvovirus y el moquillo.
A ello se le suma la inhumanidad en la madre, que es forzada a la reproducción, para ellos le implantan hormonas, lo que a futuro acarrean tumores en las mamas.
¿Salida?
Un refugio animal, contempló en su momento las administraciones municipales, pasada y actual, pero para Mejía esta no es la solución, siendo que, en dos cuadras de Esmeraldas, fácilmente se llenarían. Además, de que el centro sería tomado como un botadero de animales.
“El mantenimiento es sumamente costoso, desgaste físico y emocional. Hay albergues municipales que son una bomba de tiempo. Si no lo hacen de una forma técnica, va a ser terrible”, añadió.
Sostiene que en la actualidad la cantidad de animales sobrepasa el número de hogares, y una de las opciones se centra en esterilizar a la mascota. “Cuando yo rescato uno, al día siguiente son 100 o mil que nacen. Una perra, es autora de al menos 900 animalitos al año de manera indirecta, se convierte al final del día en un problema de salud que nadie apaña”, concluyó. (JSG)
Hogares temporales
Desde el Movimiento Animalista de Protección Esmeraldas (MAPE), se trabaja en los hogares temporales, una residencia que es brindada por una persona, quien cuida del animal y se hace responsable de él hasta que este mejore y pueda ser difundido para ser adoptado. MAPE, brinda la opción de difusión y ayuda, eso sí esterilizando a la mascota, así el ciclo de abandono es contenido.
Una perra, puede quedar preñada dos veces al año, es autora de al menos 900 reproducciones indirectamente. Las gatas, pueden triplicar el número.