Peligran las aguas en Ecuador

Los Recursos Hídricos son bienes naturales, que forman parte del patrimonio natural del Estado, de dominio público, y de libre acceso para satisfacer
esa necesidad vital de la humanidad.

El agua es esencial para la vida del planeta y de los los seres vivos que lo habitan, tanto que se ha dicho, en repetidas oportunidades, que la tercera guerra mundial se desatará por la posesión del agua.

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Sin embargo, la seguridad hídrica está amenazada por una creciente demanda de agua: el consumo global de agua se duplica cada veinte años, y para 2025 al menos dos terceras partes de la humanidad podrían vivir en zonas bajo una carencia creciente de este elemento, así como por una gran variación en su cantidad y calidad, como consecuencia del cambio climático y la degradación de las áreas naturales. Pero,

¿Qué se entiende por Sistemas hidrográficos?

Según la Ley Orgánica de Recursos Hídricos, forman parte de los sistemas hidrográficos los siguientes elementos

a) Las aguas superficiales, entendiendo por tales las que forman los ríos, lagos, lagunas, humedales, nevados, glaciares y caídas naturales;
b) Las aguas subterráneas;
c) Los acuíferos;
d) Las fuentes de agua, entendiéndose por tales las nacientes de los ríos y de sus afluentes manantiales o nacientes naturales en los que brotan a la superficie las aguas subterráneas;
e) Los álveos o cauces naturales;
f) Los lechos y subsuelos de los ríos, lagos, lagunas y embalses superficiales en cauces naturales;
g) Las riberas;
h) La conformación geomorfológica de las cuencas hidrográficas, y de sus desembocaduras;
i) Los humedales marinos costeros y aguas costeras; y
j) Las aguas procedentes de la desalinización de agua de mar.

Además, las obras o infraestructura hidráulica.De todos los elementos que conforman esta clasificación, los más reconocidos son: los ríos, las lagunas y los humedales. En base a esta clasificación, en el territorio ecuatoriano encontramos 31 Sistemas Hidrográficos, conformados por 79 cuencas. Estos sistemas corresponden a las dos vertientes hídricas que, naciendo en las montañas y páramos de los Andes, 24 cuencas corren hacia el océano Pacífico, lo que representan 123.243 Km2, con un porcentaje de superficie del territorio nacional de 48,07%; y 7 hacia la región Oriental, con un área de 131.802 Km2 y que representa el 51,41% del territorio nacional. Los aportes totales de la red hidrográfica nacional son de 110 billones de m3 por año en la vertiente del Océano Pacífico y de 290 billones de m3 por año en la vertiente Amazónica.

Ríos con vertientes hacia el Océano Pacífico: Río Mataje, Río Babahoyo, Río Guayas, Río Daule, Río Jubones, Río Guayllabamba que ingresa a la provincia de Esmeraldas para formar el río Esmeraldas. Río Chone.

Ríos con vertientes hacia el Amazonas: Río Putumayo, Río Napo, Río Pastaza, Río Zamora

LAGOS Y LAGUNAS DEL ECUADOR

En Ecuador hay una gran cantidad de lagunas, entre las que podemos destacar al menos 75 que son de gran atractivo turístico del país, ubicadas tanto en la sierra, la amazonia como en la costa, e incluso en las islas Galápagos.

La provincia que cuenta con el mayor número de lagunas en el país es la de Azuay. El complejo lacustre de Cajas tiene 786 cuerpos de agua; 621 pequeños con una extensión menor a 1 hectárea y 165 lagunas con más de 1 hectárea de superficie. Luego Chimborazo, donde está ubicado el complejo del Parque Nacional Sangay que tiene 327 formaciones lacustres, siendo la más conocida el de Ozogoche, con 45 lagunas.

A pesar de que Imbabura se autodenomina como la provincia de los Lagos, la verdad es que según el registro del Instituto Geográfico Militar que data del 2013, en Imbabura existen 23 lagos y lagunas y 85 cuerpos de agua que en algunos casos son complejos lacustres estacionarios.

HUMEDALES O LAGUNAS COSTERAS

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Mención especial merecen las lagunas costeras. Se trata de cuerpos de agua dulce o salobre, con poca profundidad, que están separados de las aguas del mar gracias a la presencia de una barrera que puede ser un banco de arena de origen marino, arrecifes coralinos o algún accidente similar.
Las lagunas costeras se caracterizan por su alta biodiversidad, es decir, por la gran cantidad de especies que se han adaptado a vivir en estos ambientes. Los manglares aportan una gran cantidad de materia orgánica hacia el agua, principalmente proveniente de la hojarasca que sueltan. 

CONTAMINACIÓN HIDROGRÁFICA

Los números registrados nos dicen que el Ecuador es un país que posee una inmensa riqueza hídrica que garantizaría la permanencia de este recurso por muchos años más. Sin embargo, esto no es así.
a). En los ríos: Coinciden los pocos estudios realizados en afirmar que todos los ríos están contaminados. Los cercanos a las áreas urbanas tienen altos niveles de coliformes, DBO, nitrógeno y fósforo. Los que sirven a las zonas rurales demuestran la utilización de pesticidas en la agricultura. Desde inicios de la década de los años 80 del siglo pasado, el aumento dramático de la explotación artesanal de oro que genera problemas de contaminación de metales pesados hacia los ríos. Pero la contaminación de origen petrolero es quizá la contaminación industrial más importante en el país.

b). En las lagunas: Quizás por ser más visibles, las lagunas muestran a las claras sus problemas. En los límites de algunas de ellas, se han levantado verdaderos pueblos que depositan sus aguas servidas en su interior. También la actividad turística ha llevado a que en sus cercanías se brinden atención en comidas, bebidas y diversión que, al no tener los controles respectivos, arrojan sus desechos en sus aguas, contaminándolas.
Quizás, el caso más emblemático es el de la laguna de Yahuarcocha, en las cercanías de Ibarra, cuyas aguas muestran una coloración verduzca y maloliente, diferente a la rojiza de su historia o a la clara y transparente que debería ser. Desde hace décadas se ha denunciado su deterioro y, por razones no explicadas, poco o nada, han hecho las diferentes autoridades locales y nacionales por su recuperación.

c). En los humedales o lagunas costaneras: El mayor problema de éstas es la reducción continua de sus superficies. La presión humana, las industrias de productos del mar, la de un turismo sin control, han provocado que cada año reduzcan su tamaño, atentando a la reproducción de las especies que en este hábitat existen. Por acción u omisión, los seres humanos somos los culpables del deterioro de este vital recurso. La falta de estudios permanentes, la superposición de instituciones encargadas de su manejo, la desidia de las autoridades encargadas de su control, el ansia de aumentar la producción piscícola, al abuso en la capacidad receptora turística en ríos y lagunas, la falta de leyes adecuadas y reglamentos adaptados a cada zona, entre otros, forman un conjunto de comportamientos que atentan contra la conservación de estos ecosistemas.

EL USO DEL AGUA EN EL ECUADOR
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La cobertura de los servicios de agua potable alcanza un 36.8 % y el alcantarillado, un 41.8%, del total de hogares, colocando al país en un nivel intermedio de prestación de este servicio, con relación al resto de países de América Latina.

EL USO DE SUELOS

En los últimos años, el Ecuador ha sido víctima de una serie de inundaciones y riadas de enormes proporciones que han provocado muerte y destrucción en las zonas donde se han producido. La primera reacción ante estos fenómenos ha sido el de culparlos al fenómeno del calentamiento global que, en muchas regiones del planeta, ha trastocado significativamente la vida de los pueblos. Sin embargo, los niveles de afectación en el Ecuador no han sido tan devastadores como los que la prensa internacional nos ha mostrado en zonas como la India, la misma Europa y, más cerca, en Colombia y en Venezuela.

Los constructores de viviendas en pequeños poblados y en ciudades medias y pequeñas, llegan a las riberas de los ríos, pretendiendo economizar sus dineros; sin embargo, cuando las crecidas suben los caudales, éstas arrastran a su paso los cimientos y paredes de las casas y de las infraestructuras asentadas en sus riberas. En el año, 2021, tuvimos un claro ejemplo en varias comunidades de la provincia de Cotopaxi, en la zona del cantón La Maná, donde la desgracia enlutó a varias familias y dejó en la miseria a muchos ecuatorianos a causa de este proceder.

AGUA POTABLE Y SANEAMIENTO

La cobertura media de agua potable en el ámbito rural habría disminuido de 38% a 32%, mientras que la cobertura urbana se habría incrementado de 60.1% a 74.3%. En lo que a cobertura urbana se refiere, las carencias mayores se encuentran en las provincias de Napo, Guayas y Esmeraldas, con coberturas menores al 50%. Grandes sectores de las áreas rurales del país, así como ciudades medianas y pequeñas sufren por la carestía del agua, pero, sobre todo, por su mala calidad para el consumo humano. Son muy pocas las ciudades en las que, las autoridades han construido verdaderos servicios técnicos adecuados, para lograr entregar a los usuarios una verdadera agua potable.

La gran mayoría no cuentan, por ejemplo, con lagunas de oxidación de sus aguas servidas y éstas son devueltas a los cauces de los ríos sin un tratamiento, lo que contamina a los ríos y provocan enfermedades a las personas y animales que habitan en las partes bajas de su cauce. La única ciudad que cuenta con un sistema de tratamiento completo de sus aguas servidas es Cuenca; de los 214 cantones del país, apenas 19 tienen algún tipo de tratamiento, mayoritariamente lagunas de oxidación.

En el ámbito rural, las llamadas Juntas de Agua son las encargadas de la distribución de este recurso a las unidades de producción agrícola.

Lastimosamente, esta práctica se ha empañado porque las autoridades usan su poder para un sistema parecido al de un chantaje político, exigiendo a los usuarios su comparecencia en reuniones y mítines; caso contrario sufrirían el recorte de este suministro.

RIEGO

El área regable del Ecuador es de aproximadamente 3’136.000 Has, el 93.3% de las cuales están sobre las cuencas de la vertiente del Pacífico y la diferencia, es decir ese 6,7 % sobre la vertiente Amazónica. La cuenca más importante, por su extensión, es la del río Guayas, que representa el 40.4% de la superficie regable del país, seguida de la del río Esmeraldas con el 12.6%.

Del total del área regable, apenas 560.000 Has están abastecidas con este sistema, lo que representa el 30% de la superficie cultivada del país, y ¿el resto? Ante este panorama, el futuro de los recursos hídricos se muestra desolador.

Si no hacemos nada, podemos estar frente a una catástrofe que afecte a nuestros hijos y nietos, porque las evidencias y los síntomas ya están con nosotros.

Revista Semanal #36