Órdenes desde la cárcel

Manejar una cárcel en Ecuador es un negocio millonario, rubros como ‘cabina’ ‘rifas‘, ‘banco‘ deben pagar los internos de la penitenciaría del litoral para protección o uso de teléfonos.

Basados en extorsión e intimidación a familiares se aseguran sus ingresos pasivos.

Un ejemplo es de una esposa que paga 60 dólares semanales por aseo de la celda y guardia(protección) de su esposo, eso es equivalente a 240 mensuales, si ampliamos este modelo de negocio a escala nacional, tenemos “un millonario negocio”.

En 2021 SNAI informa que la población carcelaria hasta 2021 fue mayor de 38 mil presos en 36 centros de privación de libertad a nivel nacional.

La población carcelaria creció 3 veces en los últimos 13 años de 13.125 internos en 2008 a 38.693 en febrero de 2021.

93.46% de los reclusos son hombres y el 6.54% mujeres,
El 44.24% tienen entre 18 y 30 años que son reincidentes que no cuentan con apoyo familiar indica la comisión interamericana de derechos humanos en su informe de personas privadas de la libertd en ecuador.

El 71% de las personas privadas de la libertad cuenta con con educación básica, la mayoría proviene de contextos caracterizados por altos niveles de violencia, pobreza y pobreza extrema, el consumo de drogas a temprana edad es otro factor común.

Una evidente crisis carcelaria

El debilitamiento del sistema penitenciario según la comisión interamericana se viene desarrollando por al menos dos décadas, bajo la responsabilidad de diferentes funciones del Estado.

El abandono al sistema penitenciario y la falta de política criminal comprehensiva basada en derechos humanos son los principales motivos de la crisis, naturalmente se presenta un excesivo uso de prisión preventiva y la deplorable condiciones de detención.

En particular, el debilitamiento de la institucionalidad se presenta como resultado de una serie de medidas de gestión gubernamental motivadas por el recorte del gasto público, que han provocado la precarización de recursos humanos y materiales, sumado a la expansión del fenómeno de la corrupción a todos los niveles. En este sentido, con la reforma de 2018, se eliminó el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos y se crearon dos entidades, la Secretaría de Derechos Humanos y el SNAI.

El poder de los líderes carcelarios es asombroso, estos mismo que mueven dinero del narcotráfico, manejan su envíos con normalidad”, las extorsiones en todas sus escalas, estas nacen justamente de ahí.

Sus negocios son tanto internos otorgando protección, comida como en el exterior realizando “Vacunas” moviendo sus negocios ilícitos desde la comodidad de sus celdas.

Ciertamente el problema de fondo es grave, es un problema de décadas que está llegando a uno de sus puntos más críticos, salpicando indiscutiblemente al pueblo Ecuatoriano.