La sala estará abierta al público hasta el sábado 4 de septiembre, hoy jueves será de 09:00 a 20:00. Mientras que el viernes y sábado de 09:00 a 23:00
Adentrarse en un mundo selvático, donde a su izquierda un enorme felino los resguarda o un cóndor andino los vigila desde el centro, así es ingresar a la galería de Flopec, que desde ayer abrió sus puertas a una muestra itinerante que alberga a más de 300 ejemplares naturalizados.
La propuesta nace de la carrera de Ingeniería de Recursos Naturales Renovables, de la Pontifica Universidad Católica sede Esmeraldas y del Instituto Nacional de Biodiversidad (Inabío) de Quito.
En cada uno de los stands se han diversificado para dar a conocer aves, mamíferos, anfibios, reptiles, mariposas, insectos, peces y una muestra pequeña de lo que es el tráfico ilegal de las especies.
Carmen Ortega, analista de promoción y difusión del Museo del Instituto Nacional de Biodiversidad de Quito, afirmó que la exhibición busca que las personas accedan a información de toda la riqueza natural con la que cuenta el país, en este caso, especies emblemáticas y endémicas de la provincia de Esmeraldas.
Ejemplar
Esta es la segunda edición de la muestra itinerante que apostó por traer en esta ocasión a un cóndor andino, especie amenazada en su hábitat, la vez anterior se dio a conocer al oso andino.
Estefanía Sánchez, docente investigadora de la carrera de Ingeniería de Recursos Naturales Renovables y responsable de la Maestría en Gestión Ambiental de la Pucese, explicó que esta muestra busca superar a la generada en 2019 denominada ‘Esmeraldas es el Chocó’, ahora lleva por nombre ‘Más cerca de la biodiversidad’.
La misma es dirigida por estudiantes de la carrera, un total de 20 de ellos, quienes fueron capacitados por la responsable de Inabío.
En la muestra se podrá tener acercamiento a garzas, pelícanos, tucanes, loras, mono aullador, perezoso, especies propias de las Amazonía, el pájaro paraguas, las dantas de altura y amazónica.
“Tendremos una actividad complementaria, una observación de especies de peces e insectos acuáticos, estos últimos determinantes para hacer estudios biológicos de la conservación de las cuencas hidrográficas, a lo largo del Chocó esmeraldeño”, refirió Ortega. (JSG)