Sin consenso, Lasso gobierna por decretos

ENCRUCIJADA. El Presidente está en un pico de popularidad que puede acabar pronto.
ENCRUCIJADA. El Presidente está en un pico de popularidad que puede acabar pronto.

El Gobierno repetirá el mismo libreto de Lenín Moreno si no genera acuerdos en la sociedad para solucionar los problemas estructurales.

Luego del éxito del programa de vacunación, la alta aprobación al Gobierno de Guillermo Lasso -que según encuestadoras como Cedatos supera el 74%- se puede desvanecer si no generan consensos en la sociedad para hacer cambios estructurales.

Natalia Sierra, socióloga y docente universitaria, explicó que la administración está en riesgo de repetir el libreto de Lenín Moreno. Hace cuatro años, la sociedad le dio al exmandatario un apoyo masivo durante el primer año, debido a que impulsó reformas políticas largamente esperadas después de la década correísta. Sin embargo, luego de esas reformas nunca hubo un verdadero plan de Gobierno ni un camino trazado.

No todo es vacunas

En el caso de Guillermo Lasso, el inicio de su mandato se concentró en el tema de las vacunas, y el plan avanzó aceleradamente; pero los problemas sociales y económicos recién empiezan.

“Cuando el asunto sanitario ya no sea el tema prioritario, comenzarán a salir con fuerza los problemas estructurales, como el económico y del empleo. Si no se trabaja en obtener acuerdos con amplios sectores de la sociedad, el resultado será la convulsión”, acotó Sierra.

En otras palabras, el actual Gobierno podría pasar del idilio con la opinión pública a la ingobernabilidad total, como le pasó a Moreno desde octubre de 2019.

Decretos para disimular la falta de apoyo político

Actualmente Lasso vive una situación paradójica. Por un lado, alta aprobación en las encuestas; pero casi nulo apoyo de otros sectores políticos.

Esa situación se ahondó luego de la ruptura y los problemas subsecuentes con el partido socialcristiano. Ese partido, de acuerdo con Luis Romero, politólogo, no es solo el aliado natural de CREO en el espectro de la derecha, sino que tiene estrechos vínculos con grupos de poder económico.

“El Gobierno se quedó en una posición frágil y sin una estrategia real para conseguir consensos con otros partidos, como la Izquierda Democrática o Pachakutik”.

En este escenario, Sierra recalcó que Lasso ha recurrido a gobernar vía decreto al verse débil y sin capacidad de respuesta.

En los primeros 100 días se han emitido 180 decretos, lo que representa 50 más que los realizados por Moreno en el mismo periodo.

“El alejamiento con los socialcristianos tiene consecuencias importantes de cara a la gobernabilidad. El Gobierno está actuando vía decretos para suplir la falta de apoyo político”, puntualizó Sierra.

A corto y mediano plazo, la única salida que tiene Lasso, pero sobre todo su ministra de Gobierno, Alexandra Vela, es comenzar a abrir reales espacios de diálogo para aprobar las múltiples leyes que se tiene en carpeta.

Sierra alertó que se ha iniciado mal, porque en temas como las reformas a la Ley de Educación Superior no se impulsó una participación amplia de todas las universidades.

El mayor riesgo de no generar apoyos sociales es que lleguen leyes debilitadas a la Asamblea y, en la desesperación por concretar las propuestas, se caiga en la ya vista perversión del sistema político y se repitan casos como acuerdos bajo la mesa, votos a cambio de hospitales o puestos, entre otros, vistos en la Asamblea anterior. (JS)

Consulta popular no es una opción viable

Santiago Basabe, politólogo, comentó que todos los sectores deben ceder para poder concretar reformas y leyes necesarias; pero difícilmente el Gobierno podrá cumplir con todas sus metas, sobre todo en temas económicos.

El capital político que ha acumulado Lasso en sus primeros días es, según el analista, como el dinero que se tiene depositado en una cuenta de ahorros o corriente, en contraposición a una inversión a plazo fijo.

Es decir, el día de mañana, con cualquier pretexto se retira ese apoyo y se parte de cero.  Por eso, el Gobierno solo puede buscar acuerdos como única vía de gobernabilidad.

En este contexto, una posible consulta popular no sería viable porque el apoyo circunstancial, basado en el tema vacunas, no se trasladaría en votos en las urnas.

Sin embargo, desde el Gobierno no se descarta nada; incluso se analiza incluir temas como el subsidio a los combustibles en un proceso de consulta a los ciudadanos.

Cambios serán graduales

El presidente Lasso está consciente del poco apoyo político y la debilidad de su Gobierno para concretar cambios. Por eso, durante una entrevista con un medio de televisión reconoció que se debe actuar de manera paulatina.

Así, por ejemplo, dijo que se optó por presentar reformas a la Ley de Educación Superior y no una normativa completamente nueva. “Hay que actuar con inteligencia y mesura para buscar aprobar las propuestas”, acotó.

Por su parte, Homero Castanier, viceministro de Gobernabilidad, puntualizó que se están buscando diálogos con todos los sectores; y que, a pesar de las dificultades, no se caerá en la compra de votos o conciencias.

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