La pasión amorosa

Autor: Dra. Gladys Llanos Vega de Ordoñez | RS 62

“Más que construcciones lógicas, son la expresión de profundas aspiraciones psíquicas y sexuales. Bajo una ética, estética y cortesía. La imagen del amor del siglo XII hasta ahora demuestra innovaciones. El amor ha sido un sentimiento constantemente creador y subversivo. La institución matrimonial ha pasado de sacramento religioso a contrato interpersonal, de arreglo de familias, sin participación de los contrayentes a convenio de pareja; de obligación de dote, a separación de bienes-(capitulaciones); de estado indisoluble al divorcio moderno”

EL ADULTERIO
… “En el siglo XVII los esposos degollaban a sus mujeres para vengar su honra. Los cambios obedecen a la conjunción de tres factores:

Factor social – la creciente independencia de la mujer
Factor tecnológico – los métodos anticonceptivos
Factor que pertenece al dominio de las creencias y los valores.

La revolución del cuerpo ha sido y es un hecho decisivo en la doble historia del amor y del erotismo liberado, pero puede también degradarnos y envilecernos.

La cristalización de la imagen del amor, se debe a los cambios en las costumbres, como en la poesía, el teatro y la novela, son copias de la realidad, alimentadas de la filosofía y el pensamiento de cada época. Desde Dante, los poetas renacentistas, enciclopedistas, Proust de Bergson, Freud, Machado poeta y filósofo español cuya obra gira en torno de la temporalidad humana que es “incompletud” quien decía “es un canto de frontera” – al otro lado está la muerte. Los poetas escriben sobre las ausencias.

Los movimientos literarios aportan a los cambios del sentimiento amoroso porque preparan y reflejan en ideales una vida superior. En el siglo XII la sociedad feudal crea la imagen del “amor cortés” como un género de vida digno de imitarse. La figura de Beatriz, Margarita de Goether por primera vez Stendhal describe el amor pasión. Los románticos en el siglo XVIII nos enseñaron a vivir, a morir, a soñar y sobre todo a amar.

Al fin de la primera guerra mundial 1914 la libertad de las costumbres sobre todas las eróticas fue inusitada. Las mujeres salieron a la calle se cortaron el pelo, se subieron las faldas, enseñaron sus cuerpos (también a lo mejor por las maniobras del incipiente marketing). La revolución erótica coincidió con la revolución artística. Francia mostró la vanguardia estética, el surrealismo – también movimiento revolucionario que se convirtió en una rebelión filosófica, moral y política”

EXPERIENCIA DEL AMOR
… “En la experiencia del amor, la sensación se une al sentimiento y ambas al espíritu, es una experiencia de total extrañeza, estamos fuera de nosotros lanzados hacia la persona amada, regresamos al origen, a ese lugar que no está en el espacio y que es nuestra patria original. La persona amada es, a un tiempo, tierra incógnita y casa natal, la desconocida y la reconocida.

El amor escapa al dominio de la razón, anula la objetividad y va más allá de la reflexión. Según Hegel la trágica paradoja que funde al amor “los amantes no pueden separarse sino en la medida que son mortales o cuando reflexionan sobre la posibilidad de morir.

La muerte es la fuerza de gravedad del amor”.

OCTAVIO PAZ Dice: … “Me atrevo a decir algo más el amor es vida plena, unida a sí misma, lo contrario de la separación. En la sensación del abrazo carnal la unión de la pareja se hace sentimiento y este a su vez se transforma en conciencia: el amor es el descubrimiento de la unidad de la vida. En ese instante, la unidad compacta se rompe en dos y el tiempo reaparece es un gran hoyo que nos traga, la subida es caída y la extrema tensión, distinción. Así pues, la fusión total implica la aceptación de la muerte, sin la muerte la vida no es vida.

El amor no vence a la muerte, pero la integra en la vida. La muerte de la persona querida confirma nuestra condena: somos tiempo, nada dura y vivir es un continuo separarse.
En la muerte cesan el tiempo y la separación, regresamos a la indistinción del principio, a ese estado que entrevemos en la cópula carnal. El amor es un regreso a la muerte, al lugar de reunión, la muerte es la madre universal “mezclaré tus huesos con los míos le dice Cintia a su amante”.

MISTERIOS DEL AMOR
ELECCIÓN: El amor debe elegir.El encuentro precede a la elección en el encuentro lo fortuito parece determinante Breton advirtió que el encuentro está constituido por una serie de hechos que ocurren en la realidad objetiva. Cuando relata: Camino sin rumbo fijo y tropiezo con una figura que me impresiona, quiero seguirla, desparece en una esquina y un mes después en la casa de un amigo, o a la salida de un teatro, la mujer reaparece, sonríe le hablo, me responde y así comienza una relación que nos marcará para siempre.
En estas variantes del encuentro interviene un agente que a veces llamamos azar, casualidad, destino o predestinación. Frente a estos hechos objetivos regidos por una causalidad externa junto con nuestra subjetividad se transforma otra dimensión de lo más íntima y poderosa que es el deseo. La serie causal exterior, se cruza con una causa interna el inconsciente, ambas son ajenas a nuestra voluntad.

DESTINO: Un tejido de relaciones sobre el que ignoramos tanto la finalidad como la razón de ser, existe una conjunción de circunstancias accidentales, y; a veces posee un sentido y una dimensión que se puede decir somos juguetes de fuerzas ajenas que llamamos destino como un hecho necesario. Breton dice: “El azar objetivo crea un espacio literalmente imantado: los amantes como sonámbulos dotados de una segunda vista, caminan, se cruzan, se separan y vuelven a juntarse, se crea una clarividencia poética. Esos estados que conocen todos los amantes al principio de su relación son: saberse el centro de un tejido de coincidencia, señales y correspondencias. Habló de la conjunción entre destino y libertad, accidente o destino, azar o predestinación, que para que la relación se realice, se necesita, la complicidad de nuestra voluntad. Surge la teoría de la libertad y la necesidad.

Cualquier amor implica un sacrificio y así escogemos sin pestañear. Este es el misterio de la libertad que lo vieron los trágicos griegos, los teólogos cristianos, Shakespeare, Dante y Cavalcanti quienes pensaban que el amor era un accidente que gracias a nuestra libertad se transforma en elección. Cavalcanti decía: “El amor no es la virtud, pero, nacido de la perfección (de la persona amada), es lo que lo hace posible”. Octavio Paz advirtió sobre el sentido que demos a la palabra virtud y dijo: “Amor es ante todo y sobre todo un acto libre, en definitiva, el amor es la libertad en persona, encarnada en un cuerpo y un alma.” Recordemos que cuando Breton escribía. Se cierra el periodo que precede a la segunda guerra mundial, en la obra de Breton OP reconoce que la tensión que recorre muchas de las páginas de su libro se debe probablemente a que tenía conciencia, de que escribía frente al inminente estallido.