En horas de la noche del lunes 3 de julio fue hallado sin vida, embalado
en plástico y con claras señales de haber sido torturado.
En el sector de la Catedral Cristo Rey, en las calles sucre y 24 de mayo,
a las 21h00 aproximadamente fue encontrado un cuerpo sin vida
embalado con plástico color negro y con señales de haber sido
torturado. Los habitantes del sector al percatarse del bulto en la calle
dieron aviso al ECU 911, quienes comunicaron al cuerpo policial.
Las Fuerzas Armadas llegaron antes al lugar de los hechos confirmando
que se trataba de un hombre, el que horas más tarde fue identificado
como Jaime Tenorio, hermano de el ex futbolista y seleccionado
nacional, Carlos Tenorio.
La Policía Nacional realizó el acordonamiento de la zona mientras los
agentes de Criminalística y Dinased realizaban las pericias iniciales en
el sitio, el cuerpo fue encontrado con lodo, sus manos y pies atados a
cuerdas y con signos de tortura.
Muy conocido en el medio
Este asesinato ha dejado a la comunidad en estado de desconcierto
puesto que según testigos el joven era muy querido y conocido por su
voz, que incluso hace tres años realizó un programa radial de música
salsera en una emisora de la localidad.
Jaime Tenorio era conocido como “El tenor de las voces” y sufría de
discapacidad física.
Carlos Tenorio, actual presidente de la Asociación de futbolistas de
Ecuador y quien disputó dos mundiales por Ecuador fue informado de la
muerte de su familiar.
Pronunciamiento de ex futbolista.
“Ley de vida. Sabemos donde nacemos, pero nunca dónde, cuando ni
como morimos. Descansa en paz hermano. Nos quedamos con lo único
que jamás se borra de la memoria: los recuerdos.” Indicó el futbolista
“se llora y se sufre porque somos de carne y hueso, pero se acepta
porque somos hijos de Dios. Y debemos entregar tarde o temprano lo
que él nos presta, la vida” mencionó con tristeza, al final dedicó unas
palabras a sus familiares, “mamá, entendemos tu dolor también.
Hermanos, fuerza a todos. Dios sabe el porqué nos escoge. Descansa
en paz hermano.
Las muertes violentas siguen incrementándose en la provincia sin que
autoridades y Policía Nacional puedan controlar hechos como estos
donde la sangre de los esmeraldeños sigue derramándose.