Folke Anderson: El magnate bananero

Folke Anderson fue un magnate bananero, uno de los terratenientes
más importantes del Ecuador. Tuvo un papel protagónico para
Esmeraldas en los años 50 y 60. Gracias a un gesto de generosidad
Esmeraldas cuenta con un estadio de fútbol que ha marcado historia, el
Folke Anderson.

Los registros sobre la vida de este personaje son muy escasos, pero según
una reseña del libro Esmeraldas del Ayer. Folke Anderson nació en Suecia el
21 de marzo de 1903.

Desde muy joven dedicó su vida al trabajo. En 1924 era empleado en una
empresa en Gotemburgo. Después de la segunda guerra mundial comenzó a
importar banano. Interesado en este producto conoce Esmeraldas, una tierra
llena de riquezas y sin explotar, por medio un amigo, Rolf Blomberg,
fotógrafo, quien había visitado Ecuador.

En 1949, radicado en Ecuador compró terrenos en Esmeraldas y empezó a
cultivar banano. Pasó poco tiempo para que este hombre se convirtiera en
uno de los terratenientes más poderosos de Ecuador. Su corporación tenía
sucursales en Guayaquil, Nueva Orleans, Nueva York, Antwerp y
Gotemburgo. Su sede central, Fruit Trading, estaba en Panamá.

Gracias a la influencia y poder que había acumulado se dedicó a ayudar a
los más necesitados en Esmeraldas. Construyó casas a sus trabajadores,
les pagaba un salario justo y regalaba dinero a los más pobres. Su
generosidad siempre resonó haciendo grande su popularidad.

El boom bananero
En los años 50, época del boom del banano, Esmeraldas era la provincia
bananera del Ecuador, su riqueza y su poderío traspasaron las fronteras

nacionales y Folke Anderson estaba a la cabeza. Conformó la compañía
frutera Astral y levantó extensas plantaciones para competir con las más
grandes compañías norteamericanas. Quienes estaban acostumbradas a
quebrar económicamente a sus pequeños rivales por los cambios en el
precio de la fruta.

Como era costumbre de Anderson, tomó una decisión inteligente. A 25
kilómetros de la ciudad adquirió la Hacienda Timbre, donde pasaría sus
mejores años. Aquí labró la tierra y la mejoró con fertilizantes. En 1951 la
plantación entró en producción y posteriormente compraría miles de
hectáreas de selva en Cole-Quinindé y el Río Blanco para el sembrío de
banano.

Para 1952 Folke Anderson era el principal exportador de banano del Ecuador
y Esmeraldas la tierra del banano.

Estadio Folke Anderson
En los años 1950, lo que ahora se conoce como los predios del Folke
Anderson, solo era una cancha de tierra rodeada de un cerco de pambil,
llamado la “polvorita”. Como era un espacio deshabitado y las invasiones de
terrenos eran frecuentes en la ciudad, existía la preocupación de que este
espacio deportivo desapareciera.

Los miembros de la Federación Deportiva se acercaron al empresario Folke
Anderson para que les ayudara con la inversión de 100.000 sucres para
poder mejorar el terreno. A lo que este contestó: “No se preocupen, voy
ayudarlos”. “También haré una tribuna”.

La edificación fue una sorpresa para todos, porque pensaban que Anderson
construiría un edificio de madera como era costumbre en la época. Pero la
primera inversión del nuevo estadio fue de 1,000.000 de sucres. Contrató
ingenieros para la edificación de la tribuna con capacidad para 1500
personas, al avanzar la obra se solicitó al empresario la cubierta de los
graderíos, lo que redujo su capacidad para 800 personas.

También instaló camerinos y baños para jugadores y contrató al pintor Efraín
Andrade Viteri (pintor del siglo XX) por un costo de 3000 sucres. Para el
diseño de las esculturas de la fachada, que muestran al deportista
esmeraldeño.

La construcción se inició en verano 1953, para su realización el Municipio
ubicó en las lomas las chozas que se encontraban en la cercanía. En 1954
para evitar invasiones posteriores, el presidente del Consejo Provincial,
César Concha, dispuso que se levantara un muro en la parte posterior del
terreno.

Muere Folke Anderson
La muerte del empresario Folke Anderson sigue siendo un misterio. Fue
asesinado el 8 de mayo de 1968, en su departamento en Guayaquil, en el
tercer piso del edificio Santistevan, ubicado 9 de Octubre 109 y Malecón
Simón Bolívar.

Anderson, de estado civil soltero, tenía una hermana, quien al enterarse de
su muerte se hizo cargo del traslado del cuerpo hasta su país natal. Sus
restos mortales descansan en el cementerio de Ödskölts, Suecia (RS).