Día Internacional de los Trabajadores

Por: Walter Enríquez Vásquez

Conmemoramos el Día Internacional del Trabajador que surge de las protestas de 1886 en Chicago, donde más de 200.000 obreros se declararon en huelga, para alcanzar jornadas de trabajo y sueldos más justos, las movilizaciones dejaron un saldo de 38 muertos y 115 heridos. En 1889, es decir a un siglo de la Revolución Francesa, bajo la trilogía de libertad, igualdad y confraternidad; el Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional declaró el 1 de mayo como el Día Internacional de los Trabajadores en memoria de los mártires de Chicago.

En Ecuador, es costumbre que a viva voz y con la pertinente marcha hacia el Palacio de Gobierno, se integren organizaciones como: el FUT, UNE, FEUE, FESE, CONAIE, CEDOCUT, CTE y otras organizaciones sociales y sindicales.

Este primero de mayo recibirá el eco de múltiples reclamos y fundamentalmente en el orden económico, por la falta de: empleo, falta de medicinas, falta de pago a la seguridad social, por la deuda que mantiene el estado; y la violencia sincronizada en vacunas, extorsión, secuestros, sicariatos, femicidios  y otros afines, en prácticamente todo el país; que aún mantiene en niveles palpables; reconociendo el trabajo especifico de Fuerzas Armadas y Policía Nacional atento el status de guerra interna que vivió el Ecuador y las declaraciones de estado de excepción desde la presidencia.

Uno de los reclamos sustantivos debería ser el CO2 de corrupción que afecta especialmente por más de tres lustros, a varios integrantes, en todas las Funciones e instituciones del Estado, y puntualizando:  Función Electoral, en el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, en la Legislatura, en el Ejecutivo y en el Judicial; con abusos de ciertos recursos constitucionales y del penúltimo Consejo de la Judicatura;  varias inacciones de sanción a determinados fiscales y de Jueces de conducta irregular  repetitiva.

Las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional han iniciado el ataque a la corrupción, bajo un contexto legal nuevo, y los crímenes que en su mayoría descansan en el comercio de drogas; expresando al país, de viva voz que necesitan coordinar específicamente con la Fiscalía y los Jueces para evitar impunidad. Es indudable que en fechas como esta debemos recordar que la naturaleza humana busca la paz y que esa paz viene después de la guerra.

Las bandas criminales declararon la guerra a la sociedad y el gobierno contrarresto esto declarando la guerra interna, con cambios de Timón en personeros de consejería y del Ministerio de Seguridad.

Igualmente, la propia Función Judicial invoca a las otras funciones del Estado, un trabajo mancomunado y se han dado los primeros pasos para llenar vacantes y renovar jueces en el menor tiempo posible.

En días anteriores el Consejo de Seguridad Pública y de Estado recomendó por unanimidad cuatro puntos:

1. Declarar al terrorismo como amenaza para el Estado.

2.Declarar que la amenaza terrorista va a ser enfrentada de manera firme, con la participación de todas las funciones e instituciones del Estado, de conformidad con lo prescrito en el artículo 226 de la Constitución de la República.

3. Recomendar al Presidente de la República expedir un decreto ejecutivo; mismo que ya fue expedido y establece medidas coercitivas, urgentes y eficaces que incluyan el empleo de armas letales para combatir esta grave amenaza que afecta al pueblo ecuatoriano.

4.Levantar la reserva sobre esta resolución.

Así también recordar que, si bien no ha existido un trabajo con seguridad social formal, a un promedio de siete de cada diez ecuatorianos en edad de trabajar; el comercio informal de nacionales y extranjeros, cubre una población del 33% evidentemente trascendente.

La consulta del domingo anterior entregó el agotamiento conciencial de la mayoría de ecuatorianos, donde el SI, rúbrica la necesidad de continuar trabajando por la seguridad y en el tema laboral, en cierta medida se mantiene el eco sustantivo del Código del Trabajo de 1938 y aún no sopesa la necesidad del trabajo por horas; que en todo caso debe estimarse como un complemento formal; porque de facto viene actuando en el orden privado y en determinadas entidades públicas, donde se incluye al trabajo emergente.

Es vital que la empresa privada conjuntamente con la Empresa Pública trabajen de manera  conjunta y transparente, para que los trabajadores no solo luchen por la sindicalización, el salario o  jornadas; sino que proyecten la práctica de la tesis de Mater et Magistra de Juan XXIII: “El Obrero Accionista” e igualmente luchen en múltiples campos por construir su propia empresa; identificando ya en el mundo entero la robótica o inteligencia artificial, que no debe reemplazar al hombre sino, constituirse en apoyo y aliado del desarrollo.

Es el día del trabajo, de la cultura, del deporte, del arte, de la ciencia, de la técnica y del humanismo; por todo ello representa la esencia de la Democracia; donde el derecho a la resistencia, no solo es constitucional, sino humano.

En este día la humanidad debe inclinar la balanza para el trabajo militar y civil, que defiende fronteras y el honor en situaciones de invasión; como en el caso de guerras no declaradas: Rusia vs Ucrania y Palestina vs Israel; así como también reconocer el trabajo social y humanitario en otros puntos del globo, donde por ejemplo dos grupos del ejército de Sudán han  pasado del trabajo militar, al terrorismo y la población civil pese a su trabajo heroico, mantiene a este pueblo con niveles de pobreza extrema; pues el promedio de comida de un hombre del pueblo es de una vez cada 48 horas.

El Ecuador se juega una carta de resistencia excepcional en esta fecha y con certeza superará la crisis con la unidad de más de 17 millones de ecuatorianos de manos limpias; en donde, el trabajo de educación es hoy y para el futuro inmediato y mediato lo más importante en la democracia; pues, la violencia y el comercio de la droga influyen  el denominador común  de las ambiciones de ciertos movimientos y partidos políticos por captar el poder central de las diferentes funciones e instituciones del estado, sin observar méritos sino presiones de toda naturaleza.

Recordamos en esta fecha a Confucio:

“Trabaja en impedir delitos para no necesitar castigos”

Winston Churchill:

“Las actitudes son más importantes que las aptitudes”.

“Un fanático es alguien que no puede cambiar de opinión y no quiere cambiar de tema”.

“El problema de nuestra época consiste en que los hombres no quieren ser útiles sino importantes”

Vicente Rocafuerte

“La única manera de gobernar adecuadamente es hacer que el pueblo conozca sus derechos, cultive su inteligencia”

La proyección revolucionaria independista, esencialmente del yugo español retomó fuerza en las convicciones de identidad ancestral de pueblos  hermanos como el mexicano y el nuestro; a sabiendas que por ejemplo Vicente Rocafuerte coadyuvó al reconocimiento de los Estados Unidos Mexicanos y por ello, sin caer en la obsolescencia, los Convenios de Viena y  Caracas en su momento cubren salvaguardar la vida y estatus humano en general de los verdaderos perseguidos políticos; pero cuando se ha roto el principio universal de inocencia y se encuentra una sociedad y un país frente a sentencias ejecutoriadas e incumplimiento de medidas alternativas, como la obligación de presentarse periódicamente ante la autoridad y se toma como tubo de escape una embajada; la dignidad del pueblo y su soberanía está sobre subjetividades; pues, no ha existido organismo alguno nacional o internacional que califique a un sentenciado penalmente como perseguido político.

Por todo ello, es día de la dignidad del trabajador nacional y del trabajador del conglomerado humano que debe levantar la bandera de libertad y democracia en el globo terráqueo.

Dr. Walter Enríquez Vásquez