Ladrón de esperanzas: la realidad plagia la ficción

Por Dr. Manuel Castro

Una dama contemplaba un atardecer en Londres y comentó: “Superiores son los de Turner”. Se refería al pintor Joseph Mallord Willian Turner, J.M.W.T.  (1775-1851), conocido como el “pintor de la luz”, considerado el mejor paisajista de la época.

Óscar Wilde decía: “La naturaleza imita al arte”. Es cierto, muchas veces la obra literaria de ficción se acerca con valor y verdad, premeditadamente o no, a la realidad.

El escritor mexicano Francisco Martín Moreno es el autor de una novela histórica  “Ladrón de esperanzas” sobre un líder político llamado Antonio M. Lugo Olea, cuyas  iniciales son “casualmente”  AMLO, político del que dice: “La verdadera historia de México comenzaría con él…y acabaría con él.”  En el caso es una forma de burlar la censura imperante en México. Además, en la novela histórica el personaje está dado desde antes de la novela y el lector ya tiene una opinión de él, razón para que tenga la mejor acogida la obra.
En la novela Antonio M. Lugo Olea -se cuenta- que supo encender la imaginación y la esperanza de millones de mexicanos ofreciendo una lucha frontal contra la corrupción, la impunidad y la delincuencia organizada.  Y que también prometió hacer lo posible por terminar con la pobreza, la marginación y la injusticia. Y que, los ciudadanos hartos de gobiernos ineptos y ladrones, con su voto llevaron a la presidencia a AMLO.

Lo que fueron “nomás” buenos propósitos, pues una realidad firme y terca lo ha enfrentado y con su complicidad ha defraudado a los que creyeron en la magia mística de su palabra, algo lenta pero vital para sus ofrecidos proyectos.

Ustedes perdonen

El AMLO novelesco en su último informe en el 2024  se disculpa ante la nación con el famoso “ustedes perdonen”, pues no pudo con los narcos ni con los traficantes de gasolina ni  con los asaltantes de trenes ni disminuyó el número de desaparecidos ni de ejecutados colgados en los puentes peatonales, ni acabó con la delincuencia urbana, ni logró recluir en prisión a los presupuestívoros ni alcanzó a crear fuentes de riqueza ni logró educar al pueblo por más que llevó a cabo una nueva reforma educativa ni convenció a los capitales extranjeros ávidos de invertir en  energía eléctrica y petrolera para lucrar con el patrimonio de todos los mexicanos. Acaso -piensa lentamente- que le considerarán el líder de la Mafia del poder porque le fue imposible impartir justicia y construir el Estado de Derecho prometido. “Ahora le dirán que soy su compinche”.

Sueña ANTONIO M. LUGO OLEA que la posteridad debe premiarle “con grandes avenidas que habrán de llevar su nombre escrito con letras mayúsculas… Benefactor de México…Benemérito de la Patria en Grado Heroico…Protector de la Nación…Verdugo Invencible de los Mafiosos…César Mexicano…Padre de Anáhuac…Visible Instrumento de Dios…Salvador de la Paz y del Amor. Eso es…!claro que sí..! ¡Me canso ganso!…Habré de merecer un hemiciclo más grande  que el de Juárez…el Benemérito de las Américas.”, concluye.

Extendí el perdón a la mafia del poder

Sostiene que no ha hecho el ridículo pues por su generosidad extendió su perdón a la Mafia del Poder, pues si ganó las elecciones con el 53% de los votantes, después de su triunfo tiene el 65%. Es que al “Pueblo de México…que es sabio…no le importan sus descalabros ni sus retractaciones ni el incumplimiento de sus promesas.

Admite que la generosidad de ese pueblo nunca acabará de sorprenderle, pues es maravilloso que a pesar de no cumplir con sus ofertas aumentó…su popularidad.

No queda más que sobornar

Se pregunta si “¿Debe acaso desconfiar de todos y confiar en todos? Se contesta en qué escuela se aprende a tratar con los banqueros extranjeros, esos seres sin corazón, hoy dueños de la mayoría de la banca mexicana, para insistir en préstamos baratos. Cómo controlar a las empresas mineras que saquean nuestros metales.

En dónde tomar lecciones para controlar a los cabilderos del Congreso. Cómo administrar las relaciones con la prensa. Lo dice con claridad: A billetazos, con sobornos, aunque se trate de dinero negro, como lo hicieron los anteriores presidentes… No…pero tal vez sirva finanzas de segundo piso con un fideicomiso secreto, para que no se enteren los “pirruris” (jóvenes ricos y presumidos). Y considera que a Trum (quien es otro personaje de la novela) le convertirá en su gran aliado, gracias a su verbo espiritual lento pero poderoso. En cuanto a los productores de cocaína y heroína “l

as palabras y no las balas, les convencerán las ventajas de sembrar maíz en lugar de amapola, entre otros productos tóxicos que dañan la sociedad, por más que se trate de un buen negocio.”

Aparece un martinillo o mártir por la libre expresión

En la novela aparece un periodista -Martinillo- que tal vez son todos los periodistas honestos. Martinillo admiraba la gesta de Leónidas porque había preferido morir en lugar de rendirse ante los invasores; y él se sentía el Leónidas del periodismo mexicano, quien jamás se rendiría ni dejaría de luchar a favor de la libertad de expresión conquistada en México a sangre y fuego a lo largo de sangrientas décadas.

Martinillo seguía a Sócrates quien sostenía que se sigue pensando que cualquier persona tiene la capacidad de elegir al más apto para gobernar un país, cuando afirmaba una y otra vez que permitir votar a la ciudadanía era igual de irresponsable que dejarla a cargo de un trirreme (barco de guerra de la Grecia antigua)) que navega hacia Samos en medio de una tormenta.

Martinillo era pues el observador severo del acontecer nacional, enemigo de las plumas mercenarias, en fin un guerrero obstinado en descubrir la cara oculta del gobierno de Antonio M. Lugo Olea, AMLO. Recibió un tuit redactado en los siguientes términos: “Es usted un puto.” .

El periodista contestó: “Estimado y fino amigo: Cuando se acaban los argumentos, aparecen los insultos…”. Y comentaba: “los mexicanos denunciamos entre café y café o entre copa y copa, las desviaciones de los recursos públicos, los peculados, las malversaciones, la firma de contratos de obra corruptos…Los mexicanos vivimos el mundo de la impunidad. Nos quejamos de los gobernantes rateros, ¿pero la sociedad mexicana es honorable y tiene la autoridad moral para acusar al gobierno? ¿Existen las culpas absolutas ¿” “Esto apesta a podrido por todos lados. Este país necesita una gran purga…”

Lugo Oleas se fundaba en la sabiduría mexicana: Para uno que madruga, uno que no se acuesta, que él remataba con la siguiente sentencia: Los buenos políticos no son los que saben resolver los problemas, sino los que sabemos crearlos, ¿“y en ese sentido Trum es un gigante…? ¿Por qué? El malvado guerito, más vivo que una mordida de burro, ¿acaso no amenazó con derogar el TLC, que funcionaba razonablemente bien, pero para él era el peor tratado suscrito por los Estados Unidos y al final se lavó la cara con un acuerdo parchado que no mejoró en casi nada el anterior, pero que le reportó mucha popularidad.? De eso se trata, ¿no? Pues bien, yo le copié su técnica y me inventé mi propio fantasma, el de la “catastrófica” Reforma Educativa, que voy a abrogar y reformular con todo el poder mi partido, aunque luego sea la misma gata revolcada con parchecitos para cuidar la fachada, para proyectarla públicamente como la mejor reforma de todos los tiempos, la necesaria, la imprescindible para efectos de la Cuarta Transformación. Diré que en mi gobierno la educación será laica y gratuita desde el jardín de niños hasta la universidad.” Y si algo me endilga sobre la no construcción del aeropuerto el tal Martinillo diré de él: “Es un chaquetero (adulador)…defensor de la oligarquía chayotera (sobornadora)…Son muchos los moches (monto o presupuesto) que recibe de las constructoras del aeropuerto … Es una foca amaestrada al servicio de los hambreadores del pueblo…”

Un diálogo imaginario, pero cerca de l a verdad.

– Lugo Oleas has echado por la borda tantos años de trabajo serio.

– Todo es una exageración, gran borlote (escándalo) de los neoliberales.

– ¿Qué entiendes por neoliberal?

– Quien desprecia las virtudes empresariales del gobierno.

– Pero todas las empresas del gobierno están quebradas.

– Por culpa intencional de los neoliberales.

– O por una burocracia inútil, improvisada y corrupta.

– Yo he purificado el gobierno y lo he llenado de virtudes.

– Tú mismo impusiste la corrupción al convocar a consultas podridas, violatorias de las leyes.

– Ese es mi problema.

– Tus problemas son de México.

– Es mi privilegio.

Los capítulos que no supuso

Francisco Martín Moreno

Antonio M. Lugo Oleas, AMLO, decidió salvar el mundo ideológicamente, recibiendo en México a todo delincuente de izquierda radical, pues todo socialista revolucionario es un luchador por la causa de los pobres, así sean ricos.

Así otorgó asilo a George Vidrio, GV, ex vicepresidente de un país en la Mitad del Mundo, quien tenía dos sentencias penales ejecutoriadas y una orden de prisión por peculado. Aunque los convenios internacionales consideran no procedente conceder asilo a sentenciados por delitos comunes, AMLO consideró su privilegio concederlo, pues porque él dice lo que está bien y lo que está mal. Y si ayudaba fugarse a GV de ese país, hubiese dicho: “Me canso, ganso…que culpa tengo…si su policía…es inepta.”

Hoy el Partido Trigueño ha impreso la calavera en sus camisetas, símbolo de la Santa Muerte, que tiene hasta una Capilla, y también es símbolo de los narcos. ¿Coincidencia? Y en un Meme oficialista se dice: “Un verdadero hombre nunca habla mal de Antonio M. Lugo Oleas, AMLO”.

En una obra así es pertinente la frase de Milan Kundera: “Descubrir lo que sólo una novela puede descubrir es la única razón de una novela.” 

Dr. Manuel Castro M.