Defensor ¿de qué?

Shakespeare Abarca Córdova
Shakespeare Abarca Córdova

La madrugada del 16 de mayo de este año, llovieron golpes y patadas en el domicilio del exministro de Salud Mauro Falconí, los gritos y el escándalo producido hicieron que los vecinos llamaran a la Policía, encontrándose con que uno de los protagonistas era F. Carrión, el “Defensor del Pueblo”. Las cosas se descontrolaron y para desgracia de sus protagonistas este filme de “acción” con alcohol, agresiones y dólares de dudosa procedencia, quedó grabado por las cámaras de seguridad. Allí se puede ver a Carrión golpeándose con Falconí y agrediendo a la pareja de este con presuntas intenciones de abuso sexual, como fue denunciado.

Por este hecho Carrión está detenido desde el 17 de mayo, la defensa de Carrión arguye que pese a la prisión preventiva, él seguirá en su cargo, pues por momento su “ausencia es temporal” ya que los primeros 30 días de prisión de Carrión fueron de “vacaciones” y aún no existe ausencia definitiva para que sea reemplazado.

En su arrogancia, Carrión desde la prisión pretendió reemplazarse por alguien de su confianza, además el susodicho “Defensor” sin estar ejerciendo su cargo, continúa recibiendo su sueldo de $ 4.463 ¿Por qué sigue cobrando sin devengar su salario? Con la argucia de ausencia temporal por fuerza mayor, la cual tiene vigencia de tres meses, pero todos conocemos cuál fue su bochornosa “fuerza mayor”

Como buen farsante, Carrión luego de los hechos publicó un comunicado en el que decía haber sufrido un “quebranto de salud” aclarando que no estuvo en ninguna “fiesta clandestina” sino en casa de su amigo exministro con quien tiene “una vieja amistad”. En el escenario de los hechos fueron decomisados casi $ 47.000 cuyo origen la Fiscalía investiga. Los antecedentes judiciales del cuestionado “Defensor” dejan mucho que pensar, pues incluyen 19 denuncias y procesos, entre ellos uno por presunto narcotráfico, y otro por violencia intrafamiliar.

En la Asamblea, Carrión tiene dos pedidos de juicio en su contra, por arrogación e incumplimiento de funciones y notoria falta de probidad, ambos piden su censura y destitución. Además la Fiscal Salazar, quien lleva la investigación, presentó 36 elementos de convicción para sustentar sus acusaciones.

No es suficiente delito, incivilidad y mal ejemplo, una reunión social, ingerir licor irrespetando la ley seca, el toque de queda y la emergencia nacional por pandemia, a más de protagonizar una gresca que puede incluir agresión sexual. Esta clase de defensor sin ninguna calidad moral ni ética Ecuador no la necesita.