Conspiración y batalla democrática

Shakespeare Abarca Córdova
Shakespeare Abarca Córdova

Al fin entendió el Presidente Lasso, que el “país del encuentro” talvez sólo estuvo en sus buenas intenciones, ya que pronto se vio envuelto en lo que llamó “batalla democrática” y que es un contexto menos halagador pero más realista de lo que sucede.

Los proyectos rechazados por el CAL de la Asamblea sin mediar análisis, en los cuales hay artículos que evidentemente deben mejorarse y hasta eliminarse, nos hace ver que esa posición a priori, responde a una posición política. Entre las salidas más radicales a esta “batalla” están la Consulta Popular y la Muerte cruzada, que sus actores tratarán de evitar suavizando posiciones, dando ejemplo el ejecutivo al adecuar su proyecto a la norma constitucional.

A último momento se sumó a esta guerra no tan fría, los famosos “pandora papers” que involucran a quienes tienen o tuvieron fortunas en paraísos fiscales, donde se cita al Presidente Lasso; él ya aclaró que sucedió antes de aceptar ser candidato a Presidente, siendo dinero bien ganado y entendible tenerlo fuera dada la inestabilidad jurídica del Ecuador. No es el caso del Presidente Piñera con dudosos negocios mineros, peor aún aceptar que el prófugo sentenciado, quiera darnos lecciones de ética y honradez.

Imposible el reencuentro y el abrazo fraterno con quienes llevan un puñal para en la menor oportunidad clavarlo por la espalda; las ambiciones de poder del derrotado en las últimas elecciones son una amenaza no sólo para el gobierno, sino para el futuro del País. Nuestro Presidente debe estar muy consciente que ese 32% que se sumó para llegar al victorioso 52%, fueron votos anticorreístas, no fueron por los zapatos rojos ni el tik tok, fueron las miles de familias con hambre y sed de justicia, de la que se les privó en la década infame.

No se equivoca Presidente en señalar a los conspiradores, de los cuales el más peligroso es obviamente el prófugo. Está a tiempo de actuar con firmeza frente a las amenazas y el irrespeto a nuestra democracia, Cumpla su palabra eliminando a todos los correístas de su gobierno, haber sido correísta no es mérito, sino motivo de sospecha, y no existen los fanáticos arrepentidos, pues estos perdieron su capacidad de razonar.