Armagedón. ¿Caminamos hacia el apocalipis?

Por Alan Cathey Dávalos | [email protected]

Los temores que se plantearon casi desde el inicio del conflicto en Gaza, hace poco más de 6 meses, sobre una ampliación del mismo, se vieron confirmados el 1 de abril, y el 13, un sábado, al producirse dos incidentes muy serios entre Israel e Irán .

El dia lunes 1 de abril, se produce un ataque con misiles a un anexo de la embajada iraní en Siria, presumiblemente a cargo de la fuerza aérea de Israel, matando a 7 personas, entre ellas al general a cargo de la fuerza Quds de la Guardia Republicana, que tiene a su cargo el control de las operaciones de los varios proxis iraníes en Líbano, Gaza y Yemen. Junto a el, muere otro general de la Guardia, y otros militares. El impacto moral es muy duro en Irán, que promete un ataque equivalente en retaliación.

Un Abril conflictivo

En una digresión, en la misma semana en la que se produce el bombardeo israelí contra la embajada de Irán en Siria, se da también la intervención de la policía en la embajada de México en Ecuador. Al parecer, al ex presidente Correa se le confunden los papeles, al pedir a AMLO un ataque militar al Ecuador, con el bloqueo del principal puerto del país, Guayaquil, para “quebrar en 2 meses al Ecuador”.   Solo un traspapele monumental puede explicar un despropósito semejante de parte de un expresidente de la República, que ante la recaptura de un delincuente que ya ha sido sentenciado por ladrón, casualmente su vicepresidente, poco menos que exige que la Armada mexicana bloquee el puerto principal y hunda al Ecuador en la miseria.

¿Loco o canalla?

Las otras 2 opciones implicarían, o la pérdida de la razón, algo que estaría dentro de lo posible, por las constantes y repetidas frustraciones que su prolongado alejamiento del poder le causan, o una dimensión de miseria moral inusitada, incluso para el nivel del liderazgo del SSXXI, por la que resulta admisible y hasta deseable, que los 18 millones de ecuatorianos, quienes viven en el país y no en los dorados exilios de Correa y los suyos, deban rendirse, poco menos que por hambre, a los viles dictados de un tirano enfurecido.

En la historia del país, tan solo se recuerda un episodio que se puede asimilar a la demanda de Correa, y es el de la invitación del sucesor de Robles, el autoproclamado Jefe Supremo del Litoral, Guillermo Franco, en 1859, para que una fuerza militar extranjera, peruana en ese caso, se asiente en territorio del Ecuador, en Mapasingue nada menos, junto a Guayaquil, lo que en efecto sucede, acantonándose 6000 soldados peruanos en el país durante un año.

Entonces, como ahora, los traidores tenían ambiciosos socios para apoyarlos, el general Castilla, en el Peru de entonces, AMLO, en el México de hoy. La memoria de Franco, es la de un traidor, que no dudó en sacrificar a su país en el altar de sus ambiciones. Que hoy alguien lo emule, es muy revelador de los abismos morales a los que pueden descender las personas.

Suspenso

El suspenso por la naturaleza que tendría la represalia iraní, se alarga hasta el sábado 13, cuando Irán lanza un gran ataque con misiles de crucero, balísticos, y drones. Se estima que se lanzan 350 unidades, desde territorio iraní, así como desde Líbano, por acción de su proxi Hezbola, y de Yemen, por las milicias shiitas houthies.

El resultado del ataque fue  por demás decepcionante para Irán, pues al parecer apenas unas pocas unidades llegan a  territorio israelí, con unos mínimos daños. 

Para Irán, que se ha estado posicionando como un jugador de peso en el mercado internacional de armas, este resultado es un desastre, y ciertamente, llama la atención al compararse con el efecto de los misiles y los drones que proporciona a Rusia. Los mismos drones Shahed, que siembran pánico entre la población ucraniana en su guerra con Rusia, en el ataque a Israel se desconoce si alguno llegó a impactar en Israel.

Cúpula de hierro

Al parecer, su muy eficaz sistema de defensa antiaérea, Cúpula de Hierro, logró destruir prácticamente la totalidad de los drones, y con el apoyo de otros aliados, destruyeron casi todos los misiles, de uno u otro tipo, que Irán lanzó.

Según afirma Israel, se habría destruido el 99% de los artefactos lanzados, un índice de casi total ineficacia desde la perspectiva del atacante, pues los que alcanzaron finalmente territorio israelí, no causaron daño alguno. Ciertamente, como alguien ya señaló, Irán se convirtió en el mejor agente de ventas de Cúpula de Hierro, el sistema defensivo anti misiles israelí.

El problema radica en el alto costo del sistema, por lo sofisticado de su tecnología, basada en un diseño de capas a diversa altura, para la detección y derribo de los proyectiles entrantes, sea a baja, media o gran altura. La relación costo-beneficio del sistema, responde a una lógica evidente para un país pequeño, que puede ser destruido por un ataque masivo, que podría provocar una gran pérdida de vidas humanas. Para la realidad de un pequeño país democrático, la importancia por proteger la vida de su gente, inválida un mero análisis económico, pues su supervivencia depende de sus capacidades defensivas. Esta consideración resulta, si no indiferente, al menos mucho menos aguda en países de grandes poblaciones, más aún si están gobernados por autocracias que no le deben respuesta alguna a sus habitantes.    

Conviene entonces analizar con más cuidado el ataque. De los informes que se han filtrado, el coste para Israel de su exitosa defensa, se sitúa en los 1000 millones de dólares, comparados con el coste del ataque iraní. 200 drones a $25000 cada uno, nos dan $5 millones, a lo que se agregan 150 misiles de crucero o tierra-tierra, en promedio a $1,2 millones c/u, para un total de $180 millones, es decir, algo más de 1/5 del coste defensivo. Es evidente que esta relación es insostenible en el tiempo para la defensa, lo que demanda apoyos externos permanentes. Pero para la maltrecha economía iraní, que de ninguna manera atraviesa por un buen momento, tampoco resulta manejable sostener un gasto de esa naturaleza. El considerable apoyo, económico y militar, con el que cuenta Israel, de parte de Estados Unidos, Gran Bretaña o Alemania, le dan una base muy sólida para resistir unos gastos tan elevados, pero todo tiene un límite.

¿Tigre de papel?

En este punto, no se sabe si el remedio fue peor que la enfermedad, pues la anunciada represalia iraní por la muerte de sus oficiales, que se supone sería de gravedad equivalente, obviamente no lo ha sido, dejando en duda la capacidad de Irán para poder afectar, en lo militar, a Israel. Su imagen regional se habrá visto muy venida a menos, tras las ilusiones que se generaron entre sus aliados y afines regionales, que verán esa incapacidad iraní, como una debilidad, un “tigre de papel”, que no puede hacer mayor daño a su enemigo.

    

Aún más complicada se le presenta la cosa a Irán, ante la consolidación de unas posturas defensivas comunes, de otros actores que en el pasado han permanecido al margen de los conflictos, como es el caso de Jordania, que en esta oportunidad cerró su espacio aéreo y derribó drones y misiles que sobrevolaron su territorio. Al parecer, Arabia Saudita y alguno de los estados del Golfo, habría informado a Israel y a sus aliados norteamericanos y británicos, de los planes de vuelo de misiles iraníes que cruzarían sus espacios aéreos, que les habría proporcionado Irán, desde el propio territorio iraní o desde Yemen.  Este primer gran intento iraní por saturar las defensas israelíes, abrumándolas por el número de lanzamientos, ha terminado bastante mal, y más bien ha contribuido a la posible consolidación de unos acuerdos, que pueden ser explícitos o tácitos, con los otros estados de la región, que también consideran a Irán como su principal amenaza, para una defensa común, y quién sabe, el acceso a la costosa pero eficaz defensa antiaérea de la Cúpula de Hierro. El ejercicio permanente de la intimidación por parte de Irán, puede hacer lo que no logró la cuestionable diplomacia de Netanyahu, es decir, la consolidación de una alianza regional, ante un enemigo común.

Ojo con los halcones

Más ominosamente, entre los radicales del gobierno israelí, se escuchan ya voces que se plantean un ataque en toda regla a Irán, a su programa nuclear, ante la posibilidad de que la teocracia iraní, cuyo objetivo declarado es la erradicación de Israel y de su población de lo que consideran territorio islámico, llegue a fabricar artefactos nucleares que permitirían alcanzar tales objetivos de un solo golpe. La posibilidad de un devastador golpe contra la industria nuclear iraní, ésta definitivamente dentro de las aspiraciones de los radicales sionistas del gabinete de Netanyahu, máxime luego de la sensación de invulnerabilidad que tiene Israel hoy.

Resulta sorprendente la falta de profundidad estratégica que Israel ha demostrado durante las casi tres décadas de la preeminencia política de Netanyahu, primero ahogando los Acuerdos de Oslo para la constitución, en el terreno, del estado palestino, previsto en la misma Resolución de Naciones Unidas por la que se crea, en 1947, el estado de Israel. Esa espina clavada en Oriente Medio, ha sido la causa de una infección que dura ya 75 años, que ha sido el sustrato en el que el rencor y el odio han encontrado el medio para florecer.

Urgencia por los dos Estados

La creación del Estado Palestino no admite diferimientos ni trabas, y es la única manera de eliminar el caldo de cultivo para que los fanáticos de lado y lado sigan medrando, con el odio y la venganza como argumentos.    El otro craso error cometido, fue el dejar pasar la extraordinaria posibilidad de apoyar a la resistencia siria, básicamente sunita, contra los alauies shiitas de al Asaad, apoyado a muerte por Rusia y la teocracia iraní. Como se recordará, para 2014, con una ayuda decidida, la dictadura siria se habría derrumbado, abriendo camino a un gobierno sunita, de una naturaleza fundamentalmente diferente a la existente hoy, donde Siria se ha vuelto prácticamente un protectorado iraní, y ha dado lugar a la creación del corredor shiita que hoy se extiende de Teherán a Beirut, que es el principal riesgo existencial para Israel.  Apoyar a la Primavera Siria, era una apuesta por la democracia regional, cuyos frutos se habrían manifestado en impedir que Líbano derive hasta caer en manos de Hezbola, y a través de este, de Irán, que jamás dudó en aprovechar las puertas que se le abrieron, en Siria y en Líbano, para ponerse a tiro de Israel y equipar poderosamente a Hezbola, luego de su enfrentamiento con Israel, para que fuera capaz de resistir a Israel, y eventualmente atacarlo con misiles desde el norte. Según la inteligencia israelí, Líbano, concretamente las fuerzas shiitas en Líbano, han recibido cerca de 150 mil cohetes, de distintas capacidades y tamaños, que ciertamente constituyen un tremendo riesgo para Israel, pues al estar tan cerca, dejan poquísimo tiempo de reacción a la defensa.

Limitaciones defensivas

Irán ha anunciado, algo muy significativo, que su represalia ha concluido. Es evidente que se da cuenta de los riesgos de una respuesta israelí en su territorio, y de sus limitaciones defensivas, y ahora, ofensivas. Buscará ganar tiempo para conseguir armas nucleares, en un primer momento como disuasivas, pero que, dada la naturaleza del fanatismo religioso iraní, en forma alguna se puede excluir su uso para el cumplimiento de los declarados objetivos iraníes, la destrucción de Israel, y la erradicación de su población.

Esto explicaría la ineficacia del ataque, que no habría buscado causar daños muy serios, que habrían provocado indefectiblemente una retaliación inmediata, ya sobre territorio iraní, posiblemente apuntada a su industria nuclear. Esta “moderación” iraní, ha dado sus frutos, al desmarcarse claramente Estados Unidos de una eventual participación en unas represalias israelíes en Irán. La moderación nunca ha sido el fuerte de Netanyahu, quien, además, debe hacer juegos de equilibrio con sus aliados extremistas en el gobierno, que exigen cada vez más dureza en las medidas anti palestinas del régimen.

Colonos incómodos

Los recientes y violentos choques en Cisjordania, en los que destaca la actuación provocativa y violenta de los colonos israelíes, respaldados por las propias fuerzas armadas, en contra de los pobladores palestinos, a los que se asesina e intimida permanentemente para que se vayan de su tierra, ponen en tensión a Israel con sus aliados más cercanos, muchos de los cuales han sancionado a colonos violentos.

Preocupa que, ante las prevenciones que se le hacen al gobierno israelí, en contra de sus posibles intenciones de atacar directamente a Irán, opte, para aplacar a sus ultras, por la más fácil opción de asaltar Rafah, el último posible refugio de los terroristas de Hamas, pero que a la vez alberga a la población palestina que debió escapar de la muerte en Gaza City y en Khan Yunnis, huyendo de las balas y las bombas israelíes. Nuevamente, el primer ministro Netanyahu, estaría dispuesto a sacrificar el reciente apoyo occidental tras el ataque iraní, para satisfacer a sus aliados extremistas al interior del gobierno.

Cerrar la puerta

De nuevo la ceguera estratégica acomete al primer ministro, como le ha sucedido a largo del tiempo. La brutalidad que se ha dado a lo largo de 6 meses en Gaza, es el cerrar las puertas para que los recelos y temores que despierta Irán, no lleguen a concretarse en una alianza real, pues sería un suicidio para cualquier estado árabe moderado, ponerse del lado israelí en la matanza de palestinos.

Más allá del escenario directo, las posibles consecuencias internacionales por un alza del precio del crudo, con sus repercusiones en una inflación que se ha conseguido frenar con grandes esfuerzos, podrían impactar de manera importante en lo político, tanto en elecciones europeas, como en la disputada elección norteamericana de noviembre, que las encuestas ponen muy pareja. Es seguro que las presiones para evitar un rebrote de la inflación estarán muy presentes en la mente de los interesados, y en los “consejos” que se permitan ofrecer.

Líneas Rojas

Estabilizar la explosiva situación de Oriente Medio, resulta hoy más urgente que nunca, ante el cruce de “líneas rojas” por parte de Irán, al enfrentar de forma directa a Israel, escalando el escenario a una eventual guerra entre los dos países, algo que se ha logrado evitar hasta este momento.

Ojalá puedan los actores ponerse a la altura de sus papeles, y les ahorren, a sus pueblos y al resto del mundo, las angustias de algo que puede abrir las puertas del apocalíptico Armagedón.

Alan Cathey Dávalos