Agueda Pallares: El fuego interior II

Águeda Pallares,  que se ha dedicado a investigar la historia pre Republicana de Ecuador nos trae la segunda parte de su novela histórica “El Fuego Interior” y con ello continúa desarrollando eventos y personajes alrededor de Antonio José de Sucre luego de la Batalla de Pichincha que consolidó la independencia de Quito.

Este nuevo relato inicia con un doloroso evento que conmueve profundamente a la viuda del Coronel José García Zaldúa, quien fue fusilado y luego decapitado por orden de  Aymerich y es recordado por el general José de San Martín  al llegar a Guayaquil, en la galeta Macedonia, para reunirse con Simón Bolívar, reunión que se llevó a cabo los días 26 y 27 de julio del año 1822, y que marcará un hito en la definición de la independencia de lo que más tarde sería Ecuador, así como marcó el camino de la Independencia Latinoamericana.

Antonio José de Sucre, no es lejano a este evento, ni a San Martín.

Su estancia en Lima, le permite conocer los pormenores de la política y de la posición de Riva Agüero, como Presidente, el mismo que más tarde, fuera destituido por el Congreso, lo que le permitió asumir el poder absoluto hasta conseguir que las fuerzas colombianas y peruanas se unieran para recibir al Libertador Simón Bolívar, “que tenía suficiente prestigio y poder para poner en orden a Lima y liberar el Perú”.

La autora describe las hazañas guerreras de Sucre  bajo la égida de Simón Bolívar, quien le da todos los poderes sobre las tropas. Sucre es valiente, generoso, un estratega, un convencido fervoroso de la libertad de los pueblos y fiel a la amistad y a la posición de Simón Bolívar. Así lo retrata Águeda Pallares, trasmitiendo en el lector simpatía y admiración por el personaje principal de su novela. Antonio José de Sucre está ligado a Quito no solo por su matrimonio sino por su reconocida y definitoria gesta libertaria.

La novela no olvida ninguna de las batallas en las que intervino Sucre, así como tampoco su paso por Alto Perú. Parece que la narración no concluye en la última página y que seguirá para llevarnos no únicamente al final de su vida sino a lo trascendente de su existencia, que generó “El fuego interior” el mismo que anima a quienes estamos convencidos que la historia forja el presente y el futuro de los pueblos.