El presidente Guillermo Lasso acaba de anunciar su intención de, en su próxima visita a China, “desvincular el petróleo del pago de la deuda para que sea de libre disponibilidad del gobierno ecuatoriano”. Si se intenta cerrar ese capítulo de la historia financiera del Ecuador, no deben quedar cabos sueltos ni preguntas pendientes.
El país aún tiene compromisos equivalentes a casi toda la producción petrolera de un año; con un alto precio por barril y amplio acceso a financiamiento, el gobierno daría un gran salto, si consigue finalmente despojarse de la preventa petrolera que heredamos de Rafael Correa. Pero, ¿buscan acaso ‘perdón y olvido’?
No se puede borrar de un pincelazo todo lo que las garantías y preventas petroleras implicaron para el país. Estas artimañas sirvieron para que el gobierno disfrace, con complicidad china, endeudamiento en pésimas condiciones como “actividad comercial”; el precio del barril se fijó de forma sospechosamente arbitraria; adjudicaron sin licitación, con abusivos mecanismos de cobranza y bajo cláusulas de reserva inauditas. El Estado no tenía control del destino final del crudo, lo que dio origen a escándalos de corrupción como el de Gunvor; apenas se ha empezado a investigar y fiscalizar al respecto.
¿Quiénes serán los perdedores y los ganadores de la nueva modalidad que propone el presidente Lasso?
Si se plantea una ventaja financiera, es necesario explicarla claramente al país. Esto requiere inevitablemente transparentar la trampa pasada si lo que se persigue no es liberar el crudo para emplearlo en maniobras similares pero con otros acreedores.
FRASES DEL DÍA
«Lo que el alma hace por su cuerpo es lo que el artista hace por su pueblo.”
Gabriela Mistral (1889-1957), poeta chilena
«El hombre es un dios cuando sueña y un mendigo cuando reflexiona.”
Friedrich Hölderlin (1770-1843), filósofo alemán