Las oportunidades que trae la nueva malla educativa

El Gobierno anunció la tan esperada reforma de la malla curricular del sistema educativo. Pronto se definirán los contenidos; luego, vendrán seis meses de inducción para los profesores y, a más tardar, a mediados del próximo año los estudiantes estarán trabajando bajo el nuevo plan. Es una oportunidad de incorporar nuevos conocimientos y, a la vez, remediar viejas equivocaciones. 

La educación financiera, se supone, se enseñará de forma transversal. Se trata de una iniciativa encomiable. Si el Ecuador es capaz de formar nuevas generaciones de ciudadanos que entiendan, aunque sea básicamente, cómo funcionan el dinero, las finanzas personales y la economía, los efectos positivos serán notorios. Igualmente beneficiosa será la reintroducción de la Cívica; nuestra democracia requiere que los ciudadanos comprendan la estructura y funcionamiento del Estado, y un rescate de los valores y deberes necesarios para la convivencia social y democrática.

Así como es necesario dejar atrás el fervor ideológico y militante de otras épocas —reflejado en pénsums y materiales heredados de entonces—, se debería evitar mezclar enseñanza con adoctrinamiento al abordar las nuevas causas del momento —ambiente, género, diversidad, etc.—. Igualmente, el país no podrá postergar más la introducción de una educación sexual científica y acorde a la realidad y los desafíos contemporáneos. Todo esto requiere, ante todo, profesores bien formados y convencidos de la necesidad de esta transformación y, más que nada, gobernantes coherentes con la realidad.