El avance de la tecnología en el transcurso del tiempo se ha dado de forma directamente proporcional. Hoy en día somos testigos de los grandes cambios que se han dado, incluso que forman parte de nuestra cotidianidad. Uno de los grandes inventos tecnológicos es sin duda alguna el celular que tenemos para nuestro uso personal y que ha revolucionado en gran parte la forma de comunicación en el mundo. Según datos de la Arcotel, para julio del 2017 existían más líneas celulares que el número total de habitantes.
Si bien es cierto, los teléfonos celulares han facilitado la forma de vida de las personas debido a su variedad de aplicaciones como por ejemplo envío y recepción de mensajes de texto, llamadas, videollamadas, navegación en la web para acceso a información, entre otros; todo esto desde un mismo lugar y conectando a las personas alrededor del mundo. Por otro lado, se afirma que el uso excesivo de los celulares podría causar problemas físicos ocasionados por malas posturas al momento de sostener el teléfono celular, cansancio visual, así como también problemas sociales con las personas que están a nuestro alrededor.
Es nuestra responsabilidad hacer un uso correcto de este dispositivo, que constituye una herramienta poderosa y un arma de doble filo para bien o mal, dependiendo del uso que le demos, y como bien Albert Einstein lo dijo: “El espíritu humano debe prevalecer sobre la tecnología”, recordando ante todo que somos seres humanos de carne y hueso. Conectemos con quienes están lejos sin descuidar a los que están cerca, la decisión es nuestra.