El sórdido altar del correísmo

Rocío Silva

Se presumía que la bancada de la Revolución Ciudadana seguiría siendo la bancada que ostente la mayoría absoluta en la Asamblea, cuya misión iría por el retorno de retorno de su líder, a través de acuerdos con ADN a cambio de controlar ciertos jueces, sin embargo, nadie podía darse los mayores disparos en los pies, que los mismos revolucionarios, con una trama, tejida en su consabido deterioro moral, como siempre justificable en la secta fanática de los correistas.

Entre tantos audios relacionados con Jorge Glas, Ferdinand Álvarez, Rafael Correa, sobresale la sombra nefasta en que se convierte el poder político de la RC, dueño de voluntades, afectos, y decisiones; al punto tal, que Glas el acosador totalitario (propio de los cuentos montubios de Demetrio Aguilera Malta), increpa a Álvarez, su estado civil, sus viajes, su vida sentimental, su lealtad. El omnipotente Glas todo lo sabe y puede, por algo ve fantasmas, oye voces, y puede disponer con tan solo una llamada, que en el Consejo Provincial de Pichincha contrate a quien él pueda atormentar y tener bajo su absoluto control.

Glas es la imitación barata de un chamán incipiente en sacrificio, que pretende ser el líder comunitario, un ser excepcional que destaca sobre los demás por su talento, intuición e inocencia, tiene poderes ocultos; no ha llegado a ser como el líder Correa, que es la persona a la que acuden los creyentes en un momento de dificultad, el portador de la solución, quien posee la claridad necesaria para visualizar los resultados porque una de sus principales cualidades es acumular poder: el poder de cumplir con su deber como guía de sus acólitos.

Sus ritos tienen como altar al cinismo, donde todo sacrificio es mínimo para el fin de su proyecto político, los afectos, los proyectos de vida de una persona no importan, y si intenta sacar al menos una mano de las brasas, enseguida se activan las huestes de guerreros digitales, ahora en TikTok, en toda esta columna he tenido el cuidado de no nombrar a la víctima del cruento sacrificio.

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