A cambiar la historia

Rogelio Morales Cattani

Toda obra social, no debe ser politizada, ni su ejecución ligada a intereses personales de burócratas, en una sociedad donde el pueblo mantiene a sus propios opresores, y así, cada cierto tiempo existan nuevos ricos que negocian con las necesidades del pueblo, que es lo que menos les interesa. Esta práctica se ha hecho común en gente que solo se mira en el espejo del egocentrismo y así, “la culpa de la cara la tiene el espejo”.

Es hora de hacer historia y solo se puede reparar lo que se puede medir y en cifras, se nos ha venido mintiendo por décadas. La democracia participativa, no es acudir a votar por listas impuestas por “empresas electorales” que se preparan para las elecciones, pero no para gobernar en función del bien común, así no debería funcionar la democracia, tampoco haciendo pactos políticos a espaldas del pueblo en otra forma de engaño colectivo. Sobran los ejemplos de cómo se elaboran las listas de candidatos de izquierda, o de derecha, da igual, políticos inescrupulosos que más temprano que tarde, se ponen de acuerdo para seguir esquilmando y lactando de las escuálidas arcas fiscales, mientras el común de las personas, discute temas políticos que no llegan a oídos de quienes “ganan las elecciones”.

A los pensadores quiteños les debemos la frase escrita al día siguiente de lograr nuestra independencia: “último día del despotismo y primero de lo mismo”, el que junto al pronunciamiento de Santa Marianita de Jesús: “el Ecuador no desaparecerá por los terremotos sino por los malos gobierno”, son sentencias que están ahí, en la conciencia de los gobernantes que tienen la oportunidad histórica de cambiar el rumbo.

Un cambio sin cambios, no es cambio. Un cambio con los mismos actores, no es cambio. Un cambio de circo con los mismos payasos en mandos medios, no es el cambio que se requiere ni el que se propuso.

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