Otro viaje y lavado de cara

Jaime López

A la Asamblea Nacional que ha sufrido el Ecuador durante este régimen sin causar alguna ofensa para sus integrantes, por supuesto no para todos, hay que calificarla como una de las peores que la historia política ecuatoriana debe registrar en una de sus páginas, recalcando que tiene que servir como ejemplo para que nunca más los obligados votantes acudan a las urnas,  supuestamente alentados por un sistema democrático que no existe, ni aquí ni en buena parte de este mundo globalizado, a elegir a elementos masculinos y femeninos candidatizados por tres o cuatro jerarcas a los que poco o nada les importa los valores morales e intelectuales, ni la formación académica, de quienes integran los despojos que el correísmo se encargó de definirlos como partidos políticos y que el CNE informa que está empeñado en eliminarlos de sus registros.

Las maniobras y jugarretas realizadas por las bancadas mayoritarias, dignas de una delincuencia política conformada por los prófugos y corruptos que asesoran a sus integrantes que no saben leer y entender lo que les ordenan aprobar, son purgantes que los ecuatorianos deben servirse en el desayuno cuando se enteran que mismo pasa con las  sesiones convocadas y no cumplidas por el abandono sin vergüenza de los que tienen al quorum como una vía legal para dejar de ser.

O por el ausentismo del Presidente de la Asamblea, quien por 15 días viajó a España a cumplir una agenda en la que se incluye una reunión con migrantes ecuatorianos, actos que son ley para todos los viajeros oficiales, incluido el viaje de la Sra. Diana Atamaint a Indonesia para contar cuantos votantes existen para instalar urnas, informe que no se ha difundido seguramente porque lavarse la cara para ocultar la vergüenza, hasta para esta señora debe resultar difícil hacerlo.

En cambio, el Sr. Henry Kronfle si se limpió su rostro enrojecido por la falta de respiración,  cuando en la Asamblea no se aprobó las reformas al COIP y corriendo pudo llegar al avión, terminada la sesión.