¡No Presidente!

Agustín Sánchez
Agustín Sánchez

Si bien resulta fácil ser críticos de toda acción u omisión del gobierno, no es menos cierto que una persona que persigue un cargo de elección popular, más aún después de tantos años en el intento, debe tener la mínima responsabilidad de conocer sobre la importancia y consecuencias de sus decisiones. Es cierto Presidente, que absolutamente nadie tiene la capacidad de ser “todólogo” para resolver todas las problemáticas que nos quejan, como tampoco se puede endilgar a su autoridad todo aquello que en lo público no funciona.

Pero fíjese, después de las graves consecuencias que generó el levantamiento indígena, era una oportunidad para que su gobierno demuestre que tiene la decisión y herramientas para intervenir esas zonas marginadas, de la sierra centro principalmente, otorgándoles atención especial en salud, educación, nutrición infantil, etc., para que la gente comprenda, que existe un gobierno que va más allá de lo que sus falsos líderes les señalan para agitarlos y exponerlos en las manifestaciones. Hasta hoy, además de un cuestionable proceso de diálogo impuesto, poco o nada se ha visto en relación a mejorar las condiciones de vida de quienes han sido relegados.

Es cierto además, que un buen líder adopta las decisiones con base a las opiniones de buenos asesores, rodearse de los mejores denota una cualidad de quiénes destacan al mando de las organizaciones. No dudo que en el ámbito privado usted ha sabido elegir quién lo asesora, pero en el cargo que hoy ostenta, ha dejado en entre dicho no solo la capacidad de quién lo rodea, sino la tibieza y dubitación de sus decisiones, que penden de lo que Twitter le imponga. Considere, que sus actuaciones impactan en millones de ecuatorianos y no en un determinado número de clientes, me refiero específicamente a ese inexplicable anuncio de derrocar el edificio de la institución policial que se vincula a hechos reprochables por la sociedad. En verdad, ¿considera como un hecho simbólico o positivo derrocar dicho edificio?, ¡No Presidente!, o bien usted peca de ingenuo o confía demasiado en personas que disfrutan verlo pasar vergüenza y errar decisiones. Tal anuncio no le otorga ni beneficio político ni soluciona los problemas estructurales del país, no destruya tal edificio dónelo a un fin social relacionado con el caso en cuestión; construya confianza Presidente, ejecute el presupuesto que se encuentra pasivo ante las necesidades de su población, consiga verdaderos operadores políticos, gestores públicos, gente con experiencia, y no “amiguetes” que buscan llenar sus bolsillos mientras esto dura. Hágase y háganos ese favor, fájese y demuestre firmeza en su accionar.