UNA “CÁRCEL” MÁS GRANDE ES LA SOLUCIÓN

Victoria Ramón
Victoria Ramón

Llenar las “cárceles”, incrementar las penas, denigrar al ser humano, se está convirtiendo en la receta mágica para combatir la criminalidad. Sin embargo, esto no pasa de ser, más que soluciones simplistas para atender un grave problema social que de forma soslayada nos atrevemos a enfrentar como sociedad.

Resulta fácil crear estereotipos para esconder la lacerante realidad e injusticias de todo nivel que por doquier afloran. Nos basta con recrear escenas idílicas y cinematográficas para asumir fantásticas puestas en escena. De esta forma, todo nos resulta fácil, y aparentemente, muy efectivo.

Sin embargo, el estrenar cárceles de grandes dimensiones, no hace más que albergar miles de historias no contadas por personas que conviven entre la miseria y la degradación, consecuencia de sus decisiones personales, pero también, de sus respuestas que han dado a una sociedad, a todas luces, injusta e inequitativa.

Una adecuada política criminal debe trascender el estadio de la justicia vista como un instrumento de venganza y resentimiento para lograr convertirse, en un medio idóneo de conversión para seres humanos que transitan, sin visos de solución, en la desesperanza. Esto requiere de un Estado con la capacidad y entereza suficientes y el esfuerzo de todos.

Si no somos capaces, de enfrentar desde sus raíces y de forma integral, los graves y múltiples retos del presente, de los cuales, la criminalidad no es más que uno de ellos, lo que hoy día puede resultar la gran solución, a largo plazo esta se volverá insostenible, y la tragedia será mayor.