Pablo Javier Villavicencio García
Los accidentes de tránsito constituyen una problemática social que afecta a miles de personas cada año en Ecuador. De acuerdo con la Agencia Nacional de Tránsito, en 2022 se registraron 21.739 accidentes, que ocasionaron 2.471 fallecidos y cerca de 20.000 heridos.
Ante esta situación, se requieren soluciones que permitan prevenir y resolver los problemas que se generan entre los involucrados en estos siniestros. Una de ellas es la conciliación, un mecanismo alternativo de solución de conflictos que busca que las partes lleguen a un acuerdo voluntario y satisfactorio.
Este acuerdo presenta varias ventajas frente al proceso judicial tradicional. Por un lado, es más rápida, económica y flexible, ya que evita los trámites burocráticos, los costos procesales y las demoras judiciales. Por otro lado, es más humana y pacífica, ya que promueve el respeto, la comprensión y la reparación integral entre las partes.
La conciliación es aplicable en los casos de accidentes de tránsito en los que no hay fallecidos ni lesiones graves o permanentes, y en los que las partes están dispuestas a dialogar y a asumir sus responsabilidades, sustancialmente la parte que ocasionó el accidente, y no tratar de evitar adeudos con una defensa técnica malhadada, por ejemplo, cuando el responsable ocasionó el daño por manejar el vehículo en estado de ebriedad.
Al optar por este mecanismo a su debido tiempo, se liberará la carga procesal de la Fiscalía y se contribuirá a descongestionar el sistema de justicia.
La conciliación en accidentes de tránsito es una opción que beneficia tanto a los ciudadanos como al Estado, ya que permite resolver los conflictos de manera eficiente, pasiva y justa. Por ello, se invita a las personas que se vean involucradas en estos hechos a optar por esta vía, siempre y cuando se cumplan los requisitos legales y éticos para ello.